Jerusalén. La huelga general convocada en Israel en protesta por el fracaso de llevar de regreso a los rehenes en Gaza provocó ayer cierres y manifestaciones multitudinarias en distintos puntos del país, al tiempo que el presidente estadunidense, Joe Biden, agregó presión al señalar que el premier israelí, Benjamin Netanyahu, no hace lo suficiente para llegar a un acuerdo de alto el fuego, y advirtió que los líderes de Hamas pagarán por haber dado muerte a seis cautivos cuyos restos fueron recuperados el fin de semana.

Netanyahu dijo que la ofensiva obligará a los combatientes a ceder a las exigencias israelíes, facilitará las operaciones de rescate de rehenes y, en última instancia, aniquilará al grupo.

Sin embargo, su principal aliado, Estados Unidos, empieza a mostrarse impaciente. Biden habló con periodistas a su llegada a la Casa Blanca para una reunión con los asesores involucrados en la negociación de un acuerdo. Cuando se le preguntó si Netanyahu estaba haciendo lo suficiente, Biden respondió: no.

No obstante, comentó que la esperanza es lo último que se pierde.

Indignación en Washington

Biden y la vicepresidenta Kamala Harris también se reunieron con el equipo estadunidense de negociadores con quienes discutieron los próximos pasos en los esfuerzos para liberar a los cautivos. El mandatario expresó su indignación por los asesinatos de rehenes.

Las nuevas críticas de Biden a Netanyahu llegan cuando él y Harris, candidata presidencial demócrata, enfrentan una creciente demanda para tomar medidas que pongan fin a la guerra de casi 11 meses en Gaza.

El conflicto ha sembrado divisiones entre los demócratas, y muchos progresistas presionan a Biden para que restrinja o al menos ponga condiciones a los suministros de armas a Israel, principal aliado de Washington en Medio Oriente.

Fuentes israelíes comentaron que resulta sorprendente que Biden presione a Netanyahu y no al líder de Hamas, Yahya Sinwar.

El funcionario de Hamas Sami Abu Zuhri opinó que las críticas de Biden son el reconocimiento estadunidense de que Netanyahu es responsable de socavar los esfuerzos para llegar a un acuerdo.

La huelga, que afectó gran parte de la economía, concluyó tras una orden del Tribunal del Trabajo para suspenderla a las 14:30 horas, al considerar que tenía motivaciones políticas.

Se reportaron numerosos bloqueos de carreteras, suspensión de actividades en el aeropuerto internacional Ben Gurión, universidades y bancos; los hospitales funcionaron con el horario reducido de fin de semana, y de nuevo decenas de miles se volcaron a las calles.

Los manifestantes se apostaron frente a la residencia oficial del premier en Jerusalén, donde al menos 10 personas fueron detenidas, y en la casa de Netanyahu en Cesarea.

En tanto, miles de personas asistieron al funeral del rehén estadunidense-israelí Hersh Goldberg-Polin, en Jerusalén, cuyo cuerpo fue recuperado en Gaza el domingo, junto con los de Carmel Gat, Eden Yerushalmi, Alexander Lobanov, Almog Sarusi y Ori Danino.

Goldberg-Polin, de 23 años, uno de los rostros más conocidos entre los secuestrados, emigró a Israel desde California a los siete años, y se encontraba en el festival de música Nova celebrando su cumpleaños cuando tuvo lugar el ataque de Hamas.

Videos difundidos por la organización islamita mostraron a los atacantes lanzando granadas al refugio donde se encontraba Hersh junto con otras personas; luego se vio cómo lo subían a una camioneta, con un brazo herido, y finalmente en abril apareció en una nueva grabación en la cual se dirigía a Netanyahu y a su familia.

Siento que era como un símbolo de los rehenes, declaró a Reuters Amnon Sadovsky, profesor de 70 años, en el funeral. Necesitamos que haya humanidad para los judíos y para los árabes.

Pide perdón a las familias

Netanyahu pidió perdón a los familiares de los rehenes hallados muertos el domingo, pero se mantuvo en la posición de no ceder, tras asegurar que Hamas los ejecutó de un balazo en la nuca.

En un discurso que el Foro de Familias de Rehenes calificó de lleno de mentiras, Netanyahu dijo que insistirá en el control del corredor Filadelfia, una franja a lo largo de la frontera de Gaza con Egipto que, según Israel, es usada por Hamas para introducir armas de contrabando en el enclave, algo que niegan Egipto y Hamas.

El gobernante demostró que no tiene intención de hacer volver a los cautivos, lamentó el Foro.

Nadie está más comprometido con la liberación de los rehenes que yo, y nadie me va sermonear sobre este asunto, reviró Netanyahu.

El ministro israelí de Seguridad, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, destacó que su partido usa su poder en el gobierno para impedir un acuerdo imprudente con Hamas. El político defiende la vía militar en lugar de cualquier pacto. Con Hamas sólo hay que hablar a través de la mirilla del arma, recalcó Ben Gvir, según The Times of Israel.

En tanto, el portavoz del brazo armado de Hamas, Abu Ubaida, amenazó con que los rehenes israelíes regresarán en ataúdes si Tel Aviv mantiene su ofensiva.

Ubaida anunció que en junio el grupo emitió nuevas instrucciones sobre cómo manejar a los rehenes si las fuerzas israelíes se acercan a sus posiciones en Gaza, luego de una operación de rescate realizada por Israel, en la cual liberó a cuatro cautivos tras matar a decenas de palestinos, incluidos mujeres y niños.

Ubaida dijo que Hamas responsabiliza a Israel por los recientes seis decesos.

La insistencia de Netanyahu en liberar a los prisioneros mediante la presión militar, en lugar de sellar un acuerdo, significa que serán devueltos a sus familias envueltos en mantas. Sus familias deben elegir si los quieren vivos o muertos, afirmó.

Ayer, Hamas publicó un video de 45 segundos de duración en el que aparecen los seis rehenes presentándose a cámara, y adelantó que en las próximas horas revelarán sus últimos mensajes, informó The Jerusalem Post.