Venecia y Madrid., En la presentación de su primer largometraje en inglés, La habitación de al lado, que concursa por el León de Oro en Venecia, el director de cine español Pedro Almodóvar declaró su incomprensión ante la muerte: nunca acabé de entenderla.

La cinta narra la decisión de una novelista de éxito (Julianne Moore) que acepta acompañar en sus últimos días a una amiga, periodista de guerra (Tilda Swinton) enferma de cáncer terminal. Es una melancólica reflexión de diálogos sobre la muerte, la amistad, la maternidad y el derecho a la eutanasia.

Es también un intento de aceptar el fallecimiento, reveló Almodóvar, de 74 años y más de 40 películas en su haber.

Me siento mucho más cercano al personaje de Julianne: no puedo entender que algo que está vivo tenga que morir. La muerte está en todas partes, pero es algo que nunca acabé de entender, confesó.

A la conferencia de prensa acudió flanqueado por sus dos protagonistas, Tilda Swinton y Julianne Moore.

Almodóvar no perdió oportunidad de posicionarse políticamente ante la ultraderecha española.

Mi película es una respuesta a los discursos de odio que escuchamos todos los días, por lo menos en España. Igual que en la película hay una entrega al ver a todos los niños no acompañados que luchan por llegar a nuestras fronteras y que la ultraderecha española pretende convertir en invasores, lo cual es profundamente estúpido.

Se refirió a esta crisis migratoria y condenó el discurso del odio de la extrema derecha. Es delirante que quiera convertir a los migrantes en invasores. Aunque la película habla de un caso personal y particular de generosidad, quiero mandar un mensaje de abrir los brazos a todos esos niños sin acompañamiento que luchan por llegar a nuestras fronteras y que, según la ultraderecha española, pretenden que el gobierno envíe a la Marina para impedir que entren, es decir, convertirlos en invasores. Es una postura delirante, profundamente estúpida e injusta, aseguró.

Durante el rodaje hablamos tanto de la vida, que tuve la sensación de que es una película sobre la existencia, externó Swinton, quien ya ha colaborado con Almodóvar en un mediometraje en inglés, La voz humana.

La voz humana es un mediometraje basado en la obra homónima de Jean Cocteau, con Tilda Swinton en el papel de una mujer abandonada. Tres años después repitió, en un formato aún más corto con Extraña forma de vida, western gay con Ethan Hawke y Pedro Pascal.

En defensa de la eutanasia

En conferencia de prensa, Almodóvar lanzó un grito de defensa en favor de la eutanasia: España es sólo el cuarto país europeo que regula la ley de eutanasia sin la intervención judicial o policial, siendo válido el criterio médico, pero es urgente que esta ley exista en todo el mundo. Julianne, en su papel de Ingrid tiene que defenderse ante el interrogatorio de un policía fundamentalista cual si fuera un delincuente.

Personalmente, nunca tuve miedo de la muerte. Sé que va a llegar, siento que va llegar, y apoyo a mis amigos cuando empiezan la transición, aseguró a su vez la actriz.

“Es una película a favor de la eutanasia. La enfermedad está ahí y lo admirable del personaje de Tilda es que decide que ‘el cáncer no me alcanzará si llego antes’”, citó el director, que escribió el guion de la película, ambientada en Nueva York.

Símbolo de la movida española, empezó con comedias kitsch y atrevidas, como Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón o Qué he hecho yo para merecer esto.

Mujeres al borde de un ataque de nervios supuso en 1988 su despegue internacional: ganó el premio al mejor guion en la Mostra de Venecia y el Óscar al mejor filme extranjero.

Pero la veta más circunspecta se fue imponiendo paulatinamente con Hable con ella o La mala educación, sobre su infancia, y Dolor y gloria, acerca de su carrera de cineasta.

Tras este estreno en Venecia, Almodóvar recibirá a finales de septiembre un premio a su trayectoria en el festival de San Sebastián.

Con información de Afp