Hoy día, el surrealismo atraviesa su reflorecimiento, nunca murió del todo, considera el historiador del arte Alfonso Reyes Ventura, organizador del coloquio internacional con el que esta semana el Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) conmemora el centenario del surgimiento de ese movimiento, cuyo primer manifiesto se publicó el 15 de octubre de 1924.

Durante tres días se desarrollarán más de 30 actividades sobre las obras, disciplinas y artistas influenciados por esta corriente del pensamiento impulsada por el poeta francés André Breton (1896-1966).

En entrevista con La Jornada, Reyes Ventura habló sobre la importancia de esta corriente cultural que ha logrado trascender y permear casi todas las disciplinas artísticas, así como sobrevivir al paso del tiempo.

El surrealismo llegó en un momento importante para México; dos de sus representantes quedaron marcados por nuestro país: Antonin Artaud y Breton. Ha sido una larga travesía que nos ha dado fructíferas obras y reflexiones. Remedios Varo, Leonora Carrington y muchos artistas más plasmaron esta gran relación entre mitos, sueños y percepciones, aseguró el experto.

Agregó que el surrealismo es mucho más que una corriente: es una filosofía con una vertiente artística y antropológica, hasta llegar a un punto donde explora temas que pertenecen a la mitología, pero no en su aspecto de si es verdadero o cierto, sino como una puerta para reflexionar sobre lo que se plasmó en esas figuras retóricas.

En el coloquio, Reyes Ventura participará mañana en el conversatorio Andre Breton: Mitos y el arte mágico, donde discernirá sobre el análisis que el autor francés hizo del papel de la construcción de los universos mitológicos, no como estructuras religiosas, sino como influencias artísticas del pasado.

El investigador explicó que el libro El arte mágico, editado por el Club Francés, es fundamental porque recoge las reflexiones de un Breton que se encontraba al final de su vida, y a las cuales llegó tras profundas discusiones con su amigo, el historiador Mircea Eliade, quien le hizo ver que la mitología no sólo es un sistema teocrático, sino un reflejo de la creatividad artística de esas sociedades.

Corriente abierta a culturas no occidentales

Publicado en 1957, el tomo es poco conocido debido al escaso número de ejemplares del primer tiraje, los cuales eran muy caros por la gran cantidad de imágenes que contenían. A México llegó apenas en 2020, en una traducción de la mano de Ediciones Atalanta.

“Es clave que hay un interés reciente en el surrealismo. Atrae porque enaltece la imaginación y la libertad creativa. Es de las pocas corrientes que en su tiempo llamó a interesarse por otras culturas que no fueran las europeas, y eso fue invaluable, porque permitió una percepción muy abierta.

▲ Retrato de André Breton, realizado en 1924; luego, revista Surrealismo, editada por el poeta francés Yvan Goll, que se publicó el primero de octubre de 1924, la cual contenía un manifiesto de la corriente artística. La portada fue diseñada por Robert Delaunay. Finalmente, inauguración de una exposición de Max Ernst en la galería Au Sans Pareil, el 2 de mayo de 1921. De izquierda a derecha: René Hilsum, Benjamin Péret, Serge Charchoune, Philippe Soupault (arriba de la escalera), Jacques Rigaut (de cabeza), André Breton y Simone Kahn-Breton.Foto Wikimedia Commons

También hubo gran acercamiento con la antropología, por su interés y apertura para comprender las tradiciones y las religiones de Oriente, lo que se puede ver en muchas obras literarias y pictóricas. La ciencia tradicional fue cambiando a lo largo de la historia de la humanidad; empezamos por la mitología y después vino la religión, y ya más adelante, el Renacimiento, y Breton pensó que hay algo en común entre el arte y la tradición. Ese vínculo también fue un camino para el surrealismo.

Según el especialista, André Breton consideró que el arte mágico era inherente a la humanidad, “por eso el surrealismo siempre va a estar interesado en el Tarot y en el esoterismo, porque forma parte de nuestros contextos, lo cual es muy importante, debido a que en México son ideas muy vigentes en nuestra idiosincracia.

A eso hay que sumar que en la actualidad hay una revalorización de las piezas surrealistas por los coleccionistas, principalmente de las pintoras. Esto genera que muchos más artistas se quieran enfocar en trabajar bajo esa filosofía, reiteró Reyes Ventura.

Un ejemplo del aumento de la popularidad del surrealismo es el récord de ventas que rompió la subasta del cuadro Las distracciones de Dagoberto, de Leonora Ca-rrington que fue adquirido por 28.5 millones de dólares el 16 de mayo pasado, la mayor cantidad pagada por una obra de esa corriente.

“La nueva oleada de artistas surrealistas, la mayoría mujeres, nos obliga a hacer una relectura de las grandes creadoras cuyas obras y vidas están inspirando a estos nuevos procesos pictóricos, escultóricos y literarios; incluso, algunas eran ecofeministas de vanguardia antes de que se acuñara el término como tal, como podemos apreciar en muchas de sus obras con presencia de animales.

Los surrealistas comparten las ideas de la metamorfosis, la relación entre individuo y naturaleza, los cuerpos y la tierra, y eso rompió la idea de que el ser humano era lo más importante de todo; se planteó que lo que lo rodea también es trascendente y va de la mano con muchas problemáticas que hoy vivimos, concluyó el historiador.

El coloquio internacional 100 años del Surrealismo será inaugurado hoy a las 10 de la mañana en la sala Francisco Maza de la sede del IIE de la UNAM (Ciudad Universitaria, Circuito Mario de la Cueva s/n, alcaldía Coyoacán), con acceso libre. También se transmitirá por el canal de YouTube de dicho instituto (https://www.youtube.com/user/iieunam).