Los libros Mark Twain: Un viaje a contracorriente, En busca de una habitación propia: Miradas feministas en 11 escritoras latinoamericanas, y Juego, fantasía y transgresión: Lectura de 13 cuentos de Julio Cortázar son la apuesta literaria de Grano de Sal y la Fundación para las Letras Mexicanas, donde un autor revela la maquinaria de otro escritor.

Tomás Granados Salinas, director editorial de Grano de Sal, comentó a La Jornada que este proyecto retoma los cursos sobre literatura en la Casa Estudio Cien Años de Soledad transmitidos en línea, con el propósito de encontrar otra forma de comunicar los mensajes que emitían los escritores en las clases que dieron.

Recordó que las lecciones en la Casa Estudio Cien Años de Soledad, espacio que fomenta la creación y la formación de escritores, fueron organizadas por la Fundación para las Letras Mexicanas durante la pandemia, con el fin de mantener una comunidad en torno a intereses literarios.

Decidimos convertir los cursos de la fundación en un segundo producto cultural; estos libros pueden considerarse cercanos a un ensayo, no necesariamente a una exposición verbal, lo cual da pie a textos que se leen bien y tienen la vitalidad de una exposición en vivo, pero con el detalle de que se revisaron las citas bibliográficas, los títulos y los nombres; además, quitamos la parte que era como diálogo con el público, aunque se incluyeron las respuestas de los ponentes, indicó Granados Salinas.

El editor informó que los libros Mark Twain: Un viaje a contracorriente, de Vicente Alfonso; En busca de una habitación propia: Miradas feministas en 11 escritoras latinoamericanas, de Lucía Melgar, y Juego, fantasía y transgresión: Lectura de 13 cuentos de Julio Cortázar, de Gonzalo Celorio, se presentarán hoy en la Cafebrería El Péndulo de San Ángel, y que el cuarto título, Gabriel García Márquez: De la crónica a la ficción, de Juan Villoro, está en proceso de edición y se publicará en 2025.

Agregó: “hay que destacar que los tres primeros libros son visiones de escritores sobre escritores; desde luego Lucía Melgar, Vicente Alfonso y Gonzalo Celorio son también críticos literarios, pero todos actúan de escritor que revela las claves de otro autor.

Es como mirar desde adentro la maquinaria de un escritor; es la explicación de un mecanismo, y me parece afortunado el resultado, que puede gustar a los lectores de literatura y a los que aspiran a ser escritores, que esa es también una de las intenciones de la Fundación para las Letras Mexicanas: entrar en la maquinaria de los grandes literatos, como Cortázar o Mark Twain.

Granados Salinas compartió que en su libro, Vicente Alonso hace alusión a la tortuosa vida del escritor estadunidense Mark Twain, mostrando su vitalidad, la astucia con que volcaba su experiencia personal en relatos universales, las peripecias de un hombre que fue piloto, periodista, viajero, empresario, actor que se interpretaba a sí mismo.

De Gonzalo Celorio comentó: lo más destacado de su libro es esta mezcla de inteligencia y amor por la cuentística de Cortázar; es capaz de poner en su lugar su novelística y, en cambio, decir que sus cuentos son prodigiosos. Hay una suerte de amor de Celorio por Cortázar.

En su texto, Celorio desarma con fascinación la maquinaria de 13 cuentos del gran Julio Cortázar, como los clásicos Casa tomada hasta piezas menos comunes, como Vientos alisios.

Para el director de Grano de Sal, el libro de Lucía Melgar es un llamado excepcional a encontrar miradas feministas en el que las autoras que analiza no pretendían destacar; es decir, había una suerte de feminismo de avanzada no consciente, y esa revelación es muy interesante.

Granados expresó que su intención al publicar los tres títulos fue que el lector recibiera la mejor exposición de los autores, y eso representaba usar la goma de borrar y quitar mucho para que quedara lo esencial de las exposiciones orales.

Lucía Melgar, Gonzalo Celorio, Vicente Alfonso, así como Juan Villoro, participarán hoy a las 19:30 horas en la presentación de los tres libros en la sucursal de San Ángel de la Cafebrería El Péndulo (avenida Revolución 1500, Guadalupe Inn).