La secretaria técnica de la Cátedra Extraordinaria Trata de Personas, de la UNAM, Cristina Hernández, resaltó que cada día hay una nueva víctima de ese delito y en consecuencia genera una ruptura que daña el tejido social, principalmente la confianza hacia situaciones que deberían ser normales como una oferta de empleo o conocer a alguien.

México, subrayó, es un país considerado origen de víctimas, donde se engancha sobre todo a mujeres y adolescentes, quienes son trasladadas a otras latitudes.

Al participar en la emisión de radio UNAM Vida cotidiana: sociedad en movimiento, la investigadora precisó que este fenómeno es una forma extrema de ilícito, porque no es sólo el enganche, traslado y explotación de un ser humano; sino que implica un conjunto de vulneraciones sistemáticas graves a las garantías fundamentales, donde el captor busca obtener un beneficio, ya sea económico o de otro tipo, a través de la explotación sexual, mendicidad o trabajo forzados, matrimonios serviles, por ejemplo.

En México, resaltó, últimamente se presenta el problema de realizar actividades para el crimen organizado. Además, alertó que uno de los principales factores de riesgo es que en el país hay, per se, abuso en los rubros mencionados, incluso tráfico de órganos y vientres de alquiler.

Dio a conocer que, con base en información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a julio de 2024 casi 2 mil 500 personas de cero a 17 años han sido víctimas de trata de personas y cerca de 34 por ciento son niñas, niños y adolescentes.

Enganchan a través de ofertas laborales

La especialista en nuevos riesgos sociales subrayó que el principal factor o condición de vulnerabilidad para ese flagelo es la pobreza, por lo que una de las formas comunes en las que se efectúa el enganche es a través de ofertas de empleo engañosas, donde se dice que se pagará un sueldo de 6 mil pesos por cinco horas de trabajo diario.

Otra mentira usual es el enamoramiento. Se sabe que hay familias enteras dedicadas a timar a niñas y mujeres; las más frágiles son las infantas y las adolescentes, quienes conocen a alguien mediante redes sociales, son engañadas y sacadas de su hogar, lo que es difícil de ver porque hay una cultura de revictimización por parte de las autoridades quienes califican este acto con la frase: se fue con el novio, aunque no haya sido así.