Londres. La oficina del primer ministro británico, Keir Starmer, indicó ayer que Reino Unido no interferirá con la solicitud de la Corte Penal Internacional (CPI) de emitir una orden de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

El anuncio es un revés para los planes anunciados por el ex premier Rishi Sunak, quien dejó el poder a principios de este mes cuando el Partido Laborista arrebató el gobierno al Conservador con una victoria electoral aplastante.

Esta fue una propuesta del gobierno anterior que no fue presentada antes de la elección, y puedo confirmar que este gobierno no la seguirá, de conformidad con nuestra postura de larga data de que es un asunto que deberá decidir el tribunal, dijo un vocero de Starmer.

El fiscal de la Corte, Karim Khan, acusó en mayo a Netanyahu, a su ministro de Defensa, Yoav Gallant, y a tres líderes de Hamas –Yehya Sinwar, Moha-mmed Deif e Ismail Haniyeh– de cometer crímenes de guerra y contra la humanidad en la franja de Gaza e Israel.

Rechazo al fallo

Netanyahu y otros líderes israelíes condenaron el acto como vergonzoso y antisemita. El presidente estadunidense, Joe Biden, también criticó al fiscal y apoyó el derecho de Israel a defenderse contra Hamas, al igual que Sunak.

Israel no forma parte de la Corte Penal Internacional, y aunque se emitieran órdenes de arresto, Netanyahu y Gallant no tendrían ningún riesgo inmediato de enfrentar un proceso penal. Sin embargo, la amenaza de arresto podría dificultarles el viajar. La CPI estableció ayer como fecha límite para que el gobierno pudiera objetar la medida.

La decisión de Starmer pone a Reino Unido en contra de Estados Unidos, aunque su oficina describió ayer la decisión basada en la fuerte creencia en la separación de poderes y el estado de derecho nacional e internacional.

Starmer, ex abogado de derechos humanos, fue presionado por su partido para asumir una postura más fuerte sobre la crisis actual en Gaza.

Asimismo, Londres ha sido escenario de grandes protestas en contra de las acciones de Israel y se produjeron niveles récord de incidentes antisemitas.