Buenos Aires., El gobierno del presidente ultraderechista Javier Milei atraviesa por un momento crítico y una economía que se derrumba, mientras la cancillería de Brasil convocó a su embajador Julio Bitelli a consultas sobre la relación con esta administración argentina y, por otra parte, el mandatario confronta a la justicia al negarse a cumplir la tercera orden de inmediato reparto de alimentos y abrigos, así como al no dar protección a los archivos contra la pasada dictadura militar.

El embajador de Brasil se reunió ayer con el canciller de su país, Mauro Vieira, y se verá con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y con el vicepresidente Geraldo Alckmin para abordar la reciente participación de Milei en la Conferencia de Acción Política Conservadora, de la derecha extrema, en Camboriu, donde se reunió con el ex mandatario Jair Bolsonaro, al que el argentino calificó de perseguido político.

Como una provocación, Milei no asistió a la Cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur) que se realizó hace una semana en Paraguay, lo que no sólo molestó a Lula, sino también a su par uruguayo, el conservador Luis Lacalle Pou.

Bitelli trató de tranquilizar el escenario y dijo que se abordarán temas bilaterales para llevar adelante esta relación más allá de la diferencias entre los presidentes, y lo que suceda entre ambos no puede afectar la antigua relación entre su país y Argentina.

Milei ha insultado más de una ocasión al mandatario brasileño y se ha negado a ofrecer disculpas.

En tanto, aquí la pobreza, el hambre y el desempleo crecen día a día ante los terribles ajustes y desregulaciones que afectan a la población, y mientras la justicia ordena nuevamente que se repartan miles de toneladas de alimentos y frazadas que dejó el gobierno anterior, el presidente sigue viajando por razones personales y se desentiende de los problemas que enfrenta el país.

Milei, acompañado de su hermana y secretaria general de la presidencia, Karina Milei, continúa viajando, y aunque ya regresó de Estados Unidos, donde asistió a una reunión con los más ricos empresarios en Silicon Valley, en un avión privado con un gasto millonario, que –como ya había sucedido– le pagaron seguramente los poderosos inversionistas israelíes, entre ellos el embajador ante Estados Unidos, Gerardo Werthein, que lo acompañó.

Ahora se dirige a Francia, a otro asunto personal, mientras el país atraviesa dolorosas situaciones, como la total indiferencia del Estado ante la desaparición de un niño de cinco años, en un pueblo de la provincia de Corrientes, a cuyo padre se negó a recibir Milei, pese a ser un tema de la creciente trata de personas, especialmente de niños, en las zonas fronterizas. Asimismo, ha desmantelado todos los organismos oficiales que protegían a mujeres y niños, por lo cual el pueblo correntino está en franca exigencia de justicia. También hubo movilizaciones por ese asunto ante la Casa Rosada, en Buenos Aires, a las que concurrieron familias completas.

El hambre crece

Aunque la imagen del ultraderechista Milei cae en las encuestas, el mandatario continúa apoyando a la ministra de Capital Humano, su amiga Sandra Pettovello, quien rechaza cumplir las resoluciones de la justicia que, por tercera vez, ordenan repartir a los comedores populares toneladas de alimentos, que ahora mantiene escondidos en galpones de ese ministerio.

Por otro lado, un tribunal de La Plata exigió al ministro de Defensa, Luis Petri, preservar los archivos de la pasada dictadura, ya que cerró una comisión de derechos humanos dedicada a ordenar y seleccionar importantes documentos sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos bajo el régimen militar. Además, desde que Milei llegó al gobierno, hay un vaciamiento de los espacios de La Memoria, como se puede ver en la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma), el mayor Centro Clandestino de Detención y Exterminio (CCD), donde se encuentra el gran archivo en el Museo de la Memoria.

En otros CCD despidieron a trabajadores esenciales de áreas estratégicas para su funcionamiento, como conservación, mantenimiento y visitas. La Red de Sitios para la Memoria denunció ante la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas el riesgo de cierre ante el recorte de financiamiento y de empleados.

Uno de los más afectados es el Centro Automotores Orletti, donde desaparecieron la mayoría de víctimas de la Operación Cóndor, pero también otros como el Atlético, un enorme sótano de torturas, y otros de los más importantes.

Milei advirtió en su campaña política: Las políticas de Memoria, Verdad y Justicia no tienen lugar en el presupuesto. Por eso, la motosierra fue de mayor a menor, y, además de despedir a importantes investigadores de la Secretaría de Derechos Humanos, en enero cesó a los trabajadores y están desapareciendo las leyes de reparación, el archivo nacional y espacios de Memoria, los cuales quedaron con la mitad de su personal.