Un monitoreo de la calidad del aire para determinar si existen riesgos a la salud, la remediación del suelo y el cambio de cinco kilómetros del ducto de turbosina que alimenta al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México a 25 metros de profundidad, se llevarán a cabo en los siguientes cuatro meses en las colonias Cuchilla del Tesoro, Unidad Narciso Bassols, cuarta y quinta secciones de San Juan de Aragón y CTM Aragón.

Se trata, explicó la secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, Myriam Urzúa, de atender a fondo el problema de olor de combustible en dichas zonas, derivado de la clausura de tres tomas clandestinas y cinco actos delictivos para extraer el combustible.

Los trabajos se iniciarán con un estudio de caracterización del suelo para conocer hasta dónde llegó el área contaminada y, posteriormente, proceder a la remediación o mitigación, que consiste en el cambio del mismo.

Al término de una reunión con representantes de vecinos de dichas colonias de Gustavo A. Madero, donde no se permitió el ingreso a medios de comunicación, la secretaria del Medio Ambiente, Marina Robles, anunció un monitoreo de la calidad del aire en la zona.

Entendemos los olores que se han presentado en esta zona y haremos monitoreo primero en las escuelas para establecer una línea base y saber qué pasó, que la población cuente con un informe y ver si en las concentraciones detectadas hay riesgos en la salud, dijo.

Se coordinará una mesa técnica y el próximo lunes, señaló a su vez Urzúa, se darán a conocer a los vecinos los términos de referencia de todo lo que se va a hacer y cuál es la metodología, los análisis a realizar y en qué lugares se van a hacer.

El cambio del ducto no implicará la apertura del camellón, pues una máquina especializada ingresará en avenida 613 y continuará por cinco kilómetros hasta su salida, prevista por la zona de las vías del tren.

Los trabajos, reiteró, correrán a cargo de una empresa contratada por Pemex, cuyas labores se iniciaron la semana pasada, pero los estudios y obras a realizar implicarán cuatro meses.

Una vez concluida esta sustitución, el actual ducto quedará inhabilitado en estas colonias, aunque el resto, que suman 22 kilómetros, continuará funcionando para suministrar combustible a la terminal aérea, como hacen también 300 pipas diariamente.

Ante ello, los vecinos le solicitaron, al igual que al director de Pemex Logística, Javier González del Villar, su intervención para que se impida el estacionamiento de pipas en sus calles, donde se han quedado hasta 72 horas, representando un riesgo.

Mencionaron que a ellas se suman las líneas de transportistas que obstaculizan algunas de las cinco salidas con que cuentan los 46 mil 800 habitantes de esta zona.