Sin contendientes al frente, el dirigente del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM), Francisco Hernández Juárez, espera relegirse por decimotercera vez al frente de esta organización hasta 2028 y cumplir 52 años en el poder, superando a Fidel Velázquez, quien encabezó durante 47 años la Confederación de Trabajadores de México, hasta su muerte.

La votación, a la que están convocados más de 61 mil afiliados a este gremio, se realizará desde mañana hasta el 29 de julio, y se espera que los resultados se den a conocer entre el 30 de este mes y el 2 de agosto.

La planilla verde, que postula a Hernández Juárez, quien llegó a la dirigencia en 1976 enarbolando la bandera de la no relección, fue la única que obtuvo el registro. En tanto, Ricardo Arzate Rivas, quien buscó ser candidato por la planilla roja, fue rechazado.

Representantes de la disidencia señalaron que lo anterior representa una violación a sus estatutos, la Ley Federal del Trabajo e incluso los acuerdos del T-MEC, que establecen la democracia sindical.

José Refugio Cano, miembro de la Unión de Telefonistas en Lucha y Resistencia, apuntó que el artículo 54 de los estatutos prohíbe la reelección, y en 2019, alineándose con la reforma laboral de ese año, anexaron al documento que el secretario general sólo puede repetir una vez.

No obstante, agregó, desde antes ya lo venía haciendo y en 2016 fue la última ocasión que agregó un transitorio único que le permite participar como candidato a la secretaría general, pero sin precisar el número de veces. Hizo notar que el artículo 358 de la ley laboral también es violentada, porque señala que la duración de las directivas no podrá ser por tiempo indefinido.

Pablo Lugo Colín, integrante de la corriente Telefonistas Construyendo Democracia, apuntó que la elección se realizará con urnas itinerantes, es decir, que si bien éstas deberían estar fijas en el recinto sindical para poder emitir el sufragio de manera directa, las comisiones electorales locales de cada una de las 188 secciones acudirán a los centros de trabajo a recabar los votos, sin supervisión ni garantía de que no rellenen las urnas.

Señaló que también se han violentado los artículos 10, 18, 22 y 30, entre otros, de los estatutos, al generar condiciones para un proceso a modo, ya que ha utilizado la estructura sindical con los dirigentes de las 188 secciones y los más de 250 comisionados, que le permiten realizar campaña a escala nacional para que apoyen a la planilla verde.

Refugio Cano enfatizó que han sido considerables las afectaciones al contrato colectivo en medio siglo; destaca la pérdida de materia de trabajo, la progresiva disminución del régimen de pensiones y la fuerte reducción de telefonistas activos, que han pasado de 45 mil a unos 25 mil.

La última relección del septuagenario ocurrió el 10 de septiembre de 2020, pese a las disposiciones oficiales de prorrogar la toma de nota al no haber condiciones para la votación por la pandemia de covid-19.