En The Migration Conference 2024, realizada en la Universidad Iberoamericana, se analizaron los desafíos de privacidad y derechos humanos que conlleva la digitalización en trámites migratorios, así como las vulnerabilidades a las que se enfrentan las personas durante los trayectos.

El coordinador de investigación del Centro Latam Digital, Francisco Adrián García García, manifestó que a partir de 2015, al menos en Europa, empieza a haber una serie de estudios sobre cómo se digitalizan los procesos migratorios, lo que ya se venía explorando desde finales de los años 90. Encontramos que las personas migrantes de ese entonces utilizaban el correo electrónico y servicios de mensajería para comunicarse con sus redes de apoyo. Actualmente se complica su uso, ya que las herramientas tecnológicas han ido aumentando.

El investigador indicó que la masificación de la banda ancha ha ayudado y complicado la situación, ya que revolucionó las herramientas que ofrece la red, como contenidos multimedia, la inteligencia artificial (IA), fake news y mucha información que ya no se sabe si es falsa o verdadera, haciendo cada vez más necesario el apoyo a los migrantes.

García García presentó el trabajo de investigación que realizó con Amairani Ximena Mendieta Escalante, experta en temas de migración, desplazamiento forzado y tecnologías, para exponer los riesgos a los cuales se enfrentan los migrantes en su trayecto.

Explicó que los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos lo hacen en condiciones precarias, como son falta de sueño, mala alimentación y falta de documentación oficial. A ello se suma el hecho de que en la actualidad ya es imperativo contar con algún dispositivo móvil con el que se puedan conectar a la red, ya sea para realizar algún tramite o simplemente para mantenerse informados.

Para analizar este tema, refirió, se deben tomar en cuenta, como marco de referencia, los estudios que se han hecho en torno a la brecha digital, ya que ahí se habla de las tres dimensiones que se aplican al hacer este tipo de investigaciones.

La primera dimensión de la brecha digital, refirió, se trata sobre el acceso y no acceso, la cual, hablando desde lo más básico, simplemente se refiere a si una persona tiene Internet en su casa o no.

Sin embargo, aclaró que se puede llegar a complejizar un poco, ya que no sólo se habla de conexiones, sino desde qué tipo de dispositivo se hace esta apropiación, si es computadora, teléfono móvil, pantallas inteligentes o si se tiene acceso a periféricos. Se ve toda la parte de los recursos materiales que implican una conexión a Internet, el uso de la tecnología, el ancho de la red, etcétera.

Detalló que la segunda dimensión se refiere a la frecuencia, tipo de uso y las habilidades que se emplean al usar estas herramientas digitales. Esta considera también que hay niveles de complejidad, por así decirlo, en la apropiación tecnológica.

La tercera dimensión se trata de los resultados que se alcanzan al tener acceso a estas tecnologías.