Jueves 27 de junio de 2024, p. 8
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) señala que, pese a la importancia de la educación inicial para el desarrollo educativo, cognitivo, de salud y nutricional de los niños, en América Latina y el Caribe el gasto destinado a esta tarea se mantiene particularmente bajo, con cifras aun inferiores a las reportadas antes de la pandemia de covid-19.
A ello se suma que tras dos décadas de progreso sostenido en la educación de la primera infancia, entre 2000 y 2020, las tasas de asistencia experimentaron una caída sin precedentes
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El organismo de Naciones Unidas indica que en el caso de las niñas y niños de cinco años de edad, las tasas de asistencia se redujeron en siete puntos porcentuales entre 2019 y 2020 (de 94.4 a 87.4 por ciento), y casi ocho puntos entre 2019 y 2021 (a 86.7 por ciento).
Si se amplía el grupo de edad a aquellos entre 3 y 5 años, alerta, la reducción fue de 73.4 a 66.8 por ciento entre 2019 y 2020 (6.6 puntos porcentuales), recuperándose levemente a 67.7 por ciento en 2021.
En el informe Enfrentar la desigualdad en la primera infancia. Las huellas de la pandemia de covid-19 en las nuevas generaciones de niñas y niños de América Latina y el Caribe
, destaca que la región se encuentra en una encrucijada decisiva para el futuro de la educación
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Detalla que al analizar el gasto en educación per cápita por nivel educativo se observa que la inversión en este rubro ha sido particularmente baja. Según datos de la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en 13 de los 19 países de la región la inversión en educación preprimaria ha sido inferior a la destinada a cualquier otro nivel educativo
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Las crisis desencadenadas por la pandemia de covid-19, tanto en salud y empleo como en nutrición, podrían profundizar aún más la crisis educativa o representar un hito en un proceso de transformación que podría conducir a un futuro prometedor para la educación en los países latinoamericanos
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Subraya que la inversión formativa en los primeros años de vida, es decir, desde el nacimiento hasta el ingreso a la enseñanza primaria, sienta las bases que favorecen el desarrollo de niñas y niños, y a su vez ayudarán a que tengan éxito en sus trayectorias educativas y desarrollo posterior
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Pese a ello, se mantiene una caída en el número de años de educación inicial que reciben los infantes en la región, pues para 2022 se reportó que sólo 73.9 por ciento de los menores lograron cubrir una asistencia de tres años en ocho países latinoamericanos.