La decisión del panel de controversias sobre maíz transgénico en el marco del T-MEC impactará en la alimentación y la salud de los mexicanos, así como en el patrimonio biocultural de la humanidad, advirtieron organizaciones a los panelistas en una carta suscrita por unas 100 mil personas, dado que las audiencias comienzan hoy.

Estas audiencias sobre el decreto presidencial del maíz transgénico de 2023, que señala la prohibición de ese producto para el consumo humano, se transmiten públicamente por Zoom y hay mil lugares con registro previo, por lo que no todos podrán seguirlas, sostuvo Gabriela Guzmán, de El Poder del Consumidor, en conferencia de prensa.

Son procesos poco transparentes y opacos. Además, las organizaciones que presentaron argumentos al panel pasaron por un proceso de acreditación; no fue fácil el acceso. Si México no gana la controversia, es mejor asumir el costo económico que perder la biodiversidad del maíz, dijo Carlos Ventura, de Demanda Colectiva Maíz.

Las acciones del gobierno mexicano para la protección de los maíces nativos y la salud pública tienen sólidas bases científicas. Hasta este momento no hay estudios científicos ni evaluaciones de riesgo que demuestren la inocuidad del consumo de maíz genéticamente modificado para el caso mexicano, señalaron en la carta organizaciones de la Campaña Sin Maíz No Hay País y El Poder del Consumidor, entre otras.

Agregan que no se han realizado las pruebas necesarias para evaluar el efecto del maíz transgénico en los hábitos alimentarios, por lo que debe aplicarse el principio de riesgo precautorio para proteger a la población.

Las organizaciones recordaron que México es centro de origen, domesticación y diversificación constante de maíz; hay al menos 59 razas y miles de variedades. De ellas proviene 70 por ciento del maíz que se come, principalmente en tortillas.

Además, la biodiversidad de los maíces mexicanos y sus parientes silvestres es imprescindible para que las siguientes generaciones tengan alternativas de alimento que se adapten a los efectos de la crisis climática. Al perderse la biodiversidad de los maíces mexicanos, pierde la humanidad.

Mencionaron que la lucha social contra la contaminación transgénica en México, que lleva al menos dos décadas, ha impulsado acciones que se reflejan en leyes, en la firma de protocolos internacionales y en demandas judiciales que han llegado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y han sido resueltas favorablemente. Agregaron que no es posible cuantificar en términos económicos las consecuencias de la pérdida de biodiversidad por contaminación transgénica.