Miércoles 26 de junio de 2024, p. 6
El presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su extrañeza por la demora en el juicio que se realiza en Nueva York al ex secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna por vínculos con la delincuencia organizada, toda vez que ha sido postergado en reiteradas ocasiones. Sin embargo, estimó que sería positivo que el hombre fuerte del gobierno de Felipe Calderón pudiera convertirse en testigo protegido para que haga público todo lo que ocurrió en ese sexenio, porque soy partidario de la no repetición
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Aunque declinó pronunciarse sobre la pena a la que debería ser sentenciado, pues es tarea de los jueces, López Obrador aseveró que sería bueno que hable. Independientemente si le rebajan la pena, ayudaría mucho al país para que nunca jamás vuelvan a repetirse esas cosas. Que aporte pruebas y ayude a la purificación de la vida pública. Como seres humanos, que pueda decir: pido perdón por lo que hice, pero no fui solo, no actué solo
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Para López Obrador ayudaría mucho su declaración porque se podría terminar con los chivos expiatorios, pero ello implicaría que aportara información desde que era integrante del extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional. En particular, sobre quién le dio la orden de ir a buscar al segundo tirador en el asesinato del ex candidato presidencial Luis Donaldo Colosio y posteriormente cómo fue escalando de puestos en los gobiernos de Ernesto Zedillo y Vicente Fox, hasta convertirse en el secretario de Seguridad Pública con Calderón.
Narcogobierno
En conferencia, criticó el papel que tuvo Calderón en torno a las complicidades que tenía García Luna con las bandas del narcotráfico, porque fue un asunto muy grave de infiltración al gobierno, “en los hechos prevaleció el narcogobierno (…) Pienso que si no estaba enterado de la gravedad de lo que estaba pasando, Felipe Calderón, sí le permitió a García Luna actuar con mucho poder y sí se dañó al país y hubo pérdidas de vidas humanas”.