Jueves 20 de junio de 2024, p. 29
Riad. La peregrinación a La Meca, conocida como El hach, se saldó con la muerte de unos 900 fieles debido al calor extremo; aproximadamente 600 de los fallecidos son de nacionalidad egipcia. En la Gran Mezquita las temperaturas alcanzaron el lunes 51.8 grados Celsius.
Cientos de personas formaron filas ayer frente al Complejo de Emergencia del vecindario de Al Muaisem, en La Meca, en busca de información sobre sus familiares desaparecidos.
Representantes egipcios en Arabia Saudita fueron informados hasta ahora de mil 400 casos de peregrinos desaparecidos
, cifra que incluye a los 600 fallecidos, añadió un diplomático árabe.
Estos decesos elevan a 922 el número de muertos este año en la peregrinación, según un balance de víctimas de la agencia Afp con datos recabados por país.
Todas las muertes recién confirmadas se debieron al calor
, aseguró el diplomático árabe, después de que funcionarios habían reportado al menos 323 muertos egipcios.
Un diplomático asiático en Arabia Saudita contó a Afp que 68 ciudadanos indios se encontraban entre los cientos de fallecidos.
Diversas nacionalidades
Además de peregrinos de Egipto, se reportan víctimas de Jordania, Indonesia, Irán, Senegal, Túnez y el kurdistán iraquí.
El hach, de cinco días de duración, es uno de los cinco pilares del islam y los musulmanes deben hacerlo al menos una vez en su vida.
Las autoridades sauditas afirmaron el domingo haber tratado a más de 2 mil peregrinos que sufrían estrés térmico, sin proporcionar información precisa sobre decesos.
Este año se reporta la visita a La Meca de 1.8 millones de peregrinos, de los que 1.6 millones procedían del extranjero, según las autoridades sauditas.
Los fallecimientos en El hach son frecuentes, ya que cada año atrae a cientos de miles de peregrinos de naciones de bajos ingresos, muchos de los cuales reciben poca o ninguna atención sanitaria
, se lee en un artículo de la edición de abril de la revista Journal of Infection and Public Health.
Las enfermedades transmisibles se pueden propagar entre las personas reunidas, muchas de las cuales ahorraron toda su vida para hacer el viaje y pueden ser personas de la tercera edad con enfermedades prexistentes, se lee en el artículo, e incluso en la historia de la peregrinación se han producido estampidas y epidemias.