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Zozobra de migrantes ante crecida del cauce del Suchiate
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 18 de junio de 2024, p. 27

Suchiate, Chis., Unos 2 mil migrantes que mantienen un campamento improvisado en las márgenes del río Suchiate, que divide a México y Guatemala, padecen a diario las intensas lluvias de la temporada lo que ha provocado la crecida del cauce.

El pasado fin de semana la localidad registró la mayor precipitación de todo el estado, con 152 milímetros, lo que provocó que el río casi alcanzara su nivel máximo.

Está lloviendo desde hace cinco días y no se puede dormir aquí, hay que agarrar para las calles. El río se desbordó y llegó hasta la orilla, contó la venezolana Maritza Méndez. Los extranjeros se vieron obligados a desalojar la ribera donde tenían instaladas carpas y lonas, y se dispersaron por la ciudad.

Méndez tomó a sus tres hijos, levantó sus pocas pertenencias y buscó guarecerse bajo el techado de un negocio. Otros optaron por el domo del parque central y sólo un centenar acudió a un refugio habilitado por Protección Civil.

Estuvo lloviendo toda la tarde, y ya en la noche el río ya había avanzado tres o cuatro metros hacia el campamento, todo mundo se tuvo que retirar hacia arriba, gracias a Dios no pasó a mayor cosa, pero sí creció fuerte, agregó Gustavo Arteaga, también de Venezuela.

Los indocumentados viven con el temor constante de que se desborde el río y cause estragos, o que incluso arrastre a uno de ellos ya que utilizan el caudal para bañarse, lavar su ropa e incluso los niños juegan en las orillas.

Son muy repentinas las crecidas, si no nos percatamos a tiempo los pequeños juegan en la orilla, uno esta ayudando a la gente de las balsas a jalar y se viene de pronto y puede llevarse vidas, alertó Arteaga.

Debido a esta situación hay decenas de personas enfermas de tos, diarrea, fiebres y otras infecciones, según los testimonios. Por ello, los migrantes pidieron a las autoridades les brinden atención.

Algunos llevan hasta dos semanas esperando que el Instituto Nacional de Migración les facilite autobuses para trasladarlos a otras ciudades, pues no quieren arriesgarse a caminar por la carretera, como lo hacen otros grupos, por temor a ser víctimas de la delincuencia.

Es exponernos a que nos secuestren, muchas personas se han ido caminando, pero se los han llevado, comentó Maritza.

Y aunque las autoridades han advertido a los extranjeros de los riesgos de cruzar el cauce en las actuales condiciones, lo siguen haciendo a través de balsas que operan en la zona las cuales han triplicado el costo.