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Retrospectiva en Madrid reivindica a la pintora Rosario de Velasco
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Gitanos (1934), óleo sobre lienzo de Rosario de Velasco, obra incluida en la exposición del Museo Thyssen-Bornemisza. ©Foto © Rosario de Velasco/VEGAP/Madrid, 2024
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 18 de junio de 2024, p. 3

Madrid. Rosario de Velasco fue una pintora española de la generación del 27 que en su época más creativa (1930-1950) se convirtió en una abanderada de las vanguardias, lo que le permitió hacerse un hueco en el mundo del arte. Sin embargo, fue sepultada por la historia, ignorada y condenada al ostracismo. El Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid reivindica ahora su figura con una retrospectiva de algunos de los cuadros más importantes de ese periodo fulgurante, que aspira a recuperar la figura de una artista de cuerpo entero, como la definió el director de la pinacoteca, Guillermo Solana.

El origen de esta exposición es singular. Una sobrina nieta de la artista, que se llama Toya Viudes de Velasco, creció viendo en las paredes de su casa algunos cuadros de la artista. No era consciente de su importancia, al menos hasta que se trasladó a vivir a Madrid para estudiar su carrera universitaria y vio por primera Adán y Eva, que expone de manera esporádica el Museo Centro de Arte Reina Sofía. A partir de ese momento comenzó una investigación que le permitió descubrir que otros museos españoles y extranjeros también poseían obras de su tía, como el Centro George Pompidou de París (Las máscaras) o el Museo del Traje de Madrid.

Esos primeros hallazgos le permitieron saber que su tía abuela era en realidad una artista de gran relevancia, que en su día fue subastada por las mejores galerías europeas y que su obra interesaba a expertos y coleccionistas. Pero también se percató que prácticamente no se tenían localizadas muchas piezas más y que su nombre, quizá por ser mujer, había sido sepultado sin más. Apenas existían algunos estudios historiográficos, pero su nombre no figuraba en las reseñas o ensayos sobre una de las épocas más intensas del arte contemporáneo.

Así empezó la andadura de esta exposición, gracias a que la sobrina de la pintora emprendió una campaña en las redes sociales, sobre todo en Twitter (X) y Facebook, para buscar las pinturas de su tía, la mayoría en colecciones privadas, lo que llevó a la localización de la mayoría de las obras más importantes, con alguna excepción. El siguiente paso fue someterlas a un proceso de restauración, ya que muchas se encontraban en mal estado, a fin de montar la primera gran exposición de Rosalía de Velasco en la época reciente, además de ser la segunda muestra dedicada exclusivamente a una artista mujer en la historia del Museo Thyssen, después de la recién clausurada de Isabel Quintanilla.

La exposición está formada por unas 45 piezas que se concibieron entre 1930 y 1950. Entre las piezas perdidas estaban Cosas (1933), Maternidad (1933), Gitanos (1934) y Pensativa (1935), así como varias ilustraciones de libros o un dibujo preparatorio del óleo Carnaval (anterior a 1936). Incluso se descubrieron algunas de las que había constancia como Bodegón con peces (hacia 1930) o Niñas con muñeca (1937).

A Rosario de Velasco la definen como uno de los miembros más olvidados de la generación del 27, una artista que asumió las vanguardias como propias a pesar de proceder de una familia muy tradicional y religiosa.

De Velasco tuvo la oportunidad de viajar a Italia, donde se sumergió en la riqueza pictórica del país y de la corriente entonces en boga del Novecento. “Ella ya formaba parte de numerosas muestras colectivas y ganaba concursos, como la exposición Nacional de Bellas Artes de 1932, en la que presenta el lienzo Adán y Eva, con el que obtuvo una segunda medalla en la categoría de pintura”, recordó Solana, quien además explicó que aunque hasta 1995 no se confirmó su autoría, a mediados de 1936 pintó La matanza de los inocentes, casi como una premonición de lo que iba a ocurrir después en España con el estallido de la guerra civil.

Gitanos, una de sus obras más relevantes, compartió exposición con autores como Georgia O’Keeffe, Edward Hopper, Pablo Picasso, Salvador Dalí y Otto Dix en el Carnegie International, organizada por el Carnegie Museum of Art de Pittsburgh. Hasta ahora este cuadro había estado en paradero desconocido, ha sido uno de los grandes hallazgos realizados durante la preparación de esta exposición. Este lienzo llama mucho la atención. Está claro que tiene muchas inspiraciones, pero ella las usa y se vuelve más moderna, más abstracta. Aquí la mujer es rotunda, tiene una posición dominante y mira a través del lienzo, explicó Solana.

La exhibición se puede ver a partir de hoy y hasta el próximo 15 de septiembre.