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Desaprovechamos la lluvia
L

as recientes lluvias en varias entidades del centro-sur del país redujeron un poco el calor sofocante, pero siguen las altas temperaturas, las mayores de la historia. Además, casi 80 por ciento de la superficie nacional registra sequía y virtualmente todos los municipios tienen problemas para surtir de agua a los hogares. No escapan de la escasez colonias de seis alcaldías de la Ciudad de México. Tampoco hay suficiente en la agricultura y la ganadería. Las víctimas mortales por el calor son ya 100. Y habrá más.

La falta de líquido y la sequía ocasionan la disminución del hato ganadero y las cosechas de los alimentos básicos, de frutas y legumbres. Afecta la economía y la calidad de vida de las familias que poseen animales utilizados en las labores agrícolas; o cerdos, aves, cabras, conejos, por ejemplo. Lagos y lagunas de las que vivían comunidades ribereñas, están secas o con tan bajo nivel que muere la fauna acuática. Ríos y arroyos antes con agua abundante, ya casi no la tienen en amplias regiones de Hidalgo, San Luis Potosí, Michoacán, Zacatecas y Coahuila.

Sufre la fauna por las extremas temperaturas (hasta 57 grados) y la falta de líquido. Mueren pajaros carpinteros, loros, tucanes, búhos, pelícanos, murciélagos, lechuzas, águilas y coyotes, como reportan grupos defensores de los animales en San Luís Potosí, Hidalgo, Veracruz y ­Tamaulipas.

Además, casi 300 ejemplares del mono ahuyador o saraguato en Campeche, Veracruz, Chiapas y Tabasco. El pasado 8 de junio, Eirinet Gómez, corresponsal de La Jornada en Veracruz, refirió las principales causas de esas muertes: pérdida de hábitat, escasez de fuentes de agua y calor extremo.

Un grupo de científicos en el que destacan los biólogos Braulio Pinacho Guendulain, del Instituto Tecnológico del Valle de Oaxaca, y Gilberto Pozo Montuy, director ejecutivo de conservación de la Biodiversidad del Usumacinta AC, atienden a los ejemplares del ahuyador o saraguato que logran rescatar. Y señalan cómo, por la pérdida de sus hábitats tradicionales, variaron su alimentación haciéndolos más vulnerables a las temperaturas elevadas.

Al respecto cabe recordar la devastación de las selvas que sufrieron dichas entidades, especialmente entre 1950 y 1980. En apenas tres décadas, Tabasco arrasó un millón de hectáreas de su paraguas verde y fracasaron social y económicamente sus dos principales programas gubernamentales de desarrollo agropecuario: el Plan Chontalpa y el Balancán-Tenosique. El reino de la diversidad ecológica que cantó el poeta Carlos Pellicer fue remplazado por la ganadería extensiva y plantaciones diversas. El cambio climático cobra ahora las malas políticas oficiales que destruyeron la naturaleza en aras de intereses privados y políticos, con su toque de corrupción: temperaturas sofocantes, falta de agua donde la había en abundancia, muerte de su fauna e inundaciones torrenciales cuando llegan las lluvias.

Igualmente decenas de miles de hectáreas de selva se destruyeron en Chiapas afectando a las comunidades indígenas y su patrimonio natural. En Veracruz se arrasó con una tercera parte de sus selvas. Gracias a la lucha encabezada por el doctor Arturo Gómez Pompa, no se destruyeron cerca de 100 mil hectáreas de una de las selvas más importantes de América: Uxpanapa. Pero otra suma igual la derribaron con maquinaria para que allí vivieran 3 mil familias indígenas chinantecas.

Procedían de la región de Ojitlán y tuvieron que abandonarla por la construcción de la presa Cerro de Oro/Miguel de la Madrid. Esas familias vivían en uno de los ecosistemas más diversos en flora y fauna de México, como documentó el doctor Salomón Nahmad. Les aseguraron que en Uxpanapa vivirían casi como en el paraíso. Fue lo contrario, un infierno.

Otra pésima noticia: por el incremento de la temperatura del mar mueren los corales en el Pacífico, Golfo de California y el Caribe mexicano. Así lo informó la Sociedad Mexicana de Arrecifes Coralinos (Somac), y los especialistas que estudian a estos maravillosos animales. Como lo hace con otras especies, el cambio climático ignora la legislación ambiental que los protege.

Comenzaron las lluvias en varias partes de México. Como cada año, también los problemas por las inundaciones que ocasionan. Abunda el agua. Y no la aprovechamos adecuadamente.