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Claudia Sheinbaum: comercio justo y democracia
S

e equivocó Aristegui Noticias al decir que Roger Waters (ex músico de Pink Floyd) publicó una fotografía de Sheinbaum Pardo en la que participa en una manifestación en favor del libre comercio (sic) y la democracia cuando era estudiante en la Universidad de Stanford. En realidad, nuestra presidenta electa se manifestaba en contra del libre comercio y por un comercio justo (https://tinyurl.com/24ppam9t) ( fair trade, no free trade) durante negociaciones del TLCAN (el llamado de Waters a Sheinbaum fue para pedir apoyo a los estudiantes de Stanford en su protesta contra la guerra en Gaza).

Sheinbaum ya había compartido esa foto de 1991 cuando estuvo en California, y es citada por AN diciendo que estaba en una estancia académica, y junto con compañeros protestamos durante una visita de Carlos Salinas reclamando democracia para México y un comercio justo entre Estados Unidos y nuestro país. Dijo que ya han pasado unos años, pero conservo el mismo sentimiento y anhelo de justicia social para que haya patria para el pobre y patria para el oprimido.

El libre comercio y su antónimo, el comercio justo, serán temas centrales en los primeros años del sexenio de Sheinbaum. En 2026 se realizará una revisión con Estados Unidos y Canadá del T-MEC, el sucesor del TLCAN, cuya negociación estuvo a cargo del entonces saliente gobierno de Peña Nieto y que fue heredado a la 4T lleno de controversias comerciales y un alud de demandas de inversionistas extranjeros ( La Jornada, 28/8/23). Verdaderas consultas con organizaciones sociales y civiles, y no sólo con la iniciativa privada, ayudarán a callar a ciertos medios internacionales que salen con la misma cantaleta con la que empezaron desde que AMLO ganó las elecciones en 2018, de que corre peligro la democracia en México (como la archineoliberal revista británica The Economist, https://tinyurl.com/36n26f3a).

La reacción ante la victoria de Sheinbaum en los medios internacionales ha sido mixta. The Wall Street Journal plantea que “el reto de Sheinbaum consistirá en compaginar su bona fide socialista y su historial de activismo climático […] en Naciones Unidas, con políticas que atraigan capital extranjero para aumentar la prosperidad (https://tinyurl.com/nhkr5xkd)”. Advierte el WSJ que una prueba temprana será si Sheinbaum continúa la campaña de AMLO para que el gobierno controle la generación de electricidad y la exploración petrolera, y que dejar fuera a los inversionistas privados viola el T-MEC. ¡Esto es falso!, en el T-MEC existe un capítulo 8 sobre el “Reconocimiento del dominio directo y la propiedad inalienable e imprescriptible de los Estados Unidos Mexicanos de los hidrocarburos (https://tinyurl.com/mr2yt7ar), uno de los pocos insumos que el equipo de transición de AMLO logró incluir en el T-MEC. Amenaza el editorial del WSJ que si el presidente Biden no ha hecho cumplir el capítulo energético del nuevo acuerdo, una segunda administración de Trump probablemente lo haría.

En sorpresivo contraste el también neoliberal Financial Times ha citado en el artículo La élite mexicana se esfuerza por comprender la aplastante victoria electoral de la izquierda, que “el resultado electoral de México no es difícil de explicar: tras décadas de pobreza elevada, desigualdad flagrante y salarios bajos, López Obrador –el fundador de Morena– duplicó con creces el salario mínimo, amplió los programas sociales y envió un mensaje coherente de que estaba del lado de los desposeídos en México (https://tinyurl.com/bdhts4u8)”.

Otra línea de ataque contra Shein­baum es de quienes misóginamente le llaman protegida, falta de carisma, de popularidad y dependiente de AMLO (como en artículo de New York Times, https://tinyurl.com/mu6wx46x). Comparto en cambio lo que dice el escritor Francisco Goldman en la revista The New Republic, de que tildar a Sheinbaum como títere de AMLO parece otro de esos mitos mediáticos alarmistas que siempre resultan erróneos, como el de que AMLO se convertiría en dictador. Subraya Goldman que por su experiencia y educación Sheinbaum está bien preparada para dirigir a México en los próximos seis años (https://tinyurl.com/36yupdbv).

En cuanto a políticas económicas, en el libro Claudia Sheinbaum: presidenta, Arturo Cano, quien presagió con anticipación el desenlace electoral, explica que “hay una línea de coherencia entre la joven que sostuvo un cartel de protesta con la leyenda ‘Fair Trade and Democracy Now’ […] y Claudia Sheinbaum como gobernante de una de las ciudades más grandes del mundo”. Cano le cita diciendo que no se debe seguir pensando, como cuando se firmó el TLCAN en 1994, “que lo único que interesa es la inversión per se o el crecimiento del PIB. El gran reto es que estas inversiones tengan una redistribución geográfica y que generen bienestar”. Según Cano, un hombre de negocios le dijo que Sheinbaum sostiene una relación bastante cordial con el sector empresarial […] a partir de la idea de que el gobierno debe apoyar los proyectos de inversión para generar empleo y bienestar, pero condicionados; que sean parte de la solución, y no del problema, en relación con la crisis ambiental que afecta a todo el planeta y que desde luego se manifiesta en México.

Esas condiciones a la inversión que cita Sheinbaum se deben establecer mediante consultas públicas. En el documento Más allá del TLCAN 2.0: hacia una agenda de comercio progresista para los pueblos y el planeta (https://tinyurl.com/ycn7sxn5)” planteamos: ¿qué tipo de tratados de comercio apoyamos las personas progresistas?; la respuesta, ampliamente hablando, es el apoyo a un comercio justo, que sea equitativo en la distribución de la riqueza y cuidadoso del ambiente. Me parece que es la visión que Claudia Sheinbaum planteaba desde aquella protesta ante Carlos Salinas en 1991 en Stanford.

*Investigador del Institute for Policy Studies www.ips-dc.org y Asociado del Transnational Institute www.tni.org