Los suministros de gas de Rusia a Europa superaron a los de Estados Unidos a finales de mayo, mientras Bruselas trata de dejar de depender del combustible ruso imponiendo varias restricciones.

De acuerdo con datos de Independent Commodity Intelligence Services (ICIS), a finales de mayo el combustible ruso representó 15 por ciento del total de suministros, mientras que el estadunidense supuso 14 por ciento, el nivel más bajo desde agosto de 2022.

Resulta sorprendente ver cómo aumenta la cuota de mercado del gas ruso y del gas natural licuado (GNL) en Europa, después de todo lo que hemos pasado y de los esfuerzos realizados, señaló el responsable de análisis de gas de la consultora ICIS, Tom Marzec-Manser.

Para Financial Times, este cambio en el mercado energético se explica por varios factores. Menciona que una gran empresa estadunidense de exportación de gas natural licuado sufrió interrupciones en su trabajo durante el periodo, y antes de los trabajos de reparación previstos Rusia envió más a través de Turquía.

Además, si bien algunos miembros de la Unión Europea proponen sancionar las importaciones de combustible de Rusia, algunos países consumen sus recursos energéticos.

El Consejo de la UE y el Parlamento Europeo llegaron el 8 de diciembre a un acuerdo político preliminar sobre la regulación del gas con una cláusula de seguridad energética que permite a los estados miembros restringir a escala nacional las importaciones de gasoductos y GNL rusos.

El plan regulador debe ser aprobado por los 27 miembros del Consejo y los delegados del Parlamento. En el informe no se especifica el plazo para concluir el proceso.