La carrera de largo aliento se complicó por episodios de lluvia
Lunes 17 de junio de 2024, p. a12
Le Mans, Una máquina portentosa, el Ferrari número 50, se impuso con tres pilotos que alternaron para llevarse la edición 92 de las 24 Horas de Le Mans, la mítica carrera de largo aliento que se disputa en Francia. No sólo es suficiente ser rápido, sino además resistir durante un largo día de competencia continua y hacer correr la mayor distancia en el menor tiempo.
El Ferrari 50 fue pilotado por el español Miguel Molina, el italiano Antonio Fuoco y el danés Nicklas Nielsen, para imponerse al Toyota 7 y de otro Ferrari, este con el número 51, que el año pasado se proclamó campeón.
No fue una victoria fácil, pues cuando faltaba una hora con cuarenta minutos, el Ferrari 50 tuvo que hacer una parada por una anomalía técnica. La puerta del auto no cerraba y eso puso en un predicamento lo ganado hasta ese momento. Sobre todo porque los rivales ejercían presión y podía estar en riesgo el trabajo del equipo.
Las últimas maniobras de Nielsen sobre el circuito francés estuvieron repletas de tensión, con el contador de combustible en números rojos y bajando hasta acercarse peligrosamente al cero por ciento. Parecía que la mala suerte iba a cebarse con el Ferrari 50 y no completar las 311 vueltas, pues a menos de dos horas para la conclusión había tenido ese percance.
Nielsen tuvo que pasar por boxes para cerrar esa puerta. Eso le retrasó hasta el quinto puesto, alejándose de una victoria que se le había puesto de cara después de un trompo del neocelandés Brendon Hartley con su coche número 8 del equipo Toyota Gazoo Racing.
La carrera no estuvo exenta de otros incidentes, de hecho, esta edición terminó como la de mayor tiempo con el safety car sobre el asfalto en toda la historia de las 24 Horas de Le Mans, prueba ya centenaria y perteneciente al Campeonato del Mundo de Resistencia (WEC).
Pese a esos sustos y a la amenaza de quedarse sin combustible en el desenlace, el coche 50 de la escudería del cavallino rampante rubricó la remontada hasta certificar el triunfo y, con ello, revalidar el éxito que logró en 2023 el Ferrari 51 pilotado por los italianos Antonio Giovinazzi y Alessandro Pier Guidi junto al británico James Calado.
La escudería italiana era la principal favorita este año, en que participaron numerosos constructores de élite, como BMW, Lamborghini, Alpine, Toyota o Porsche.
Los promotores de la nueva categoría reina, los hypercars, pueden darse por satisfechos teniendo en cuenta el espectáculo vivido este año, con nueve monoplazas que terminaron en la misma vuelta.
La intervención de los coches de seguridad durante la madrugada del domingo a consecuencia de la lluvia favoreció que se redujeran las diferencias entre los diferentes vehículos, lo que explica las cortas distancias entre nueve de ellos.
En las otras categorías inferiores, el Oreca N.22 del equipo United Autosports se impuso en LMP2 y el Porsche N.91 ganó en LMGT3.
En esta misma categoría participó el italiano Valentino Rossi, pero la leyenda italiana del motociclismo abandonó tras la salida de pista de un compañero. Unas 300 mil personas asistieron a lo largo del fin de semana en esta mítica carrera en un circuito de 13 mil 629 kilómetros.