El ritmo de Marco Alonso Verde Álvarez es alentador rumbo a los Juegos Olímpicos. Los puños del mexicano apuntan a lo más alto después de lo que ha exhibido en sus últimos ensayos de preparación.

Con otra medalla, esta vez de oro, el de Mazatlán se ratifica como una de las grandes esperanzas de México en París 2024.

Las habilidades del joven de 20 años volvieron a dar de qué hablar en el torneo Golden Belt, donde ayer se proclamó campeón en Targu Mures, Rumania. Con la experiencia de haberse coronado hace dos años en este mismo evento, Verde repitió la gesta en un momento de mayor trascendencia en su carrera como boxeador amateur.

Ayer, en su último fogueo antes de debutar en el certamen francés, demostró la templanza que lo ha llevado a convertirse en campeón centroamericano y panamericano en 2023. Confirmó el estatus que lo mantiene entre los cinco mejores peleadores en la categoría de los 71 kilogramos.

De esta manera, Verde está más que listo para su debut olímpico. Arriba del ring, el mazatleco fue mejor que el egipcio Omar Elawayd. Aunque la contienda fue cerrada, el mexicano terminó por llevarse la victoria por su rápido estilo al contragolpear. Así, Green ganó por decisión unánime al actual campeón africano y posible rival del tricolor en los olímpicos. “Este torneo fue de suma y de mucha importancia, ya que fue el último torneo antes de los Juegos Olímpicos; fue lo que buscábamos, tener un encuentro antes para llegar a ese ritmo de pelea; tener aunque sea una competencia un mes antes para llegar y estar en ritmo.

“Es muy importante, porque es muy diferente hacer sparring que pelear, así nos sentimos más confiados”, reveló el también estudiante de nutrición en la Universidad Autónoma de Sinaloa, quien llegó a la instancia definitoria luego de imponerse el sábado al irlandés Matthew McCole, oponente que igualmente está clasificado al gran evento francés.

El resultado nos fue favorable, logramos el primer lugar, nos vamos felices. Ahora sólo toca enfocarnos en los entrenamientos, y ver si hay posibilidad de un campamento antes de los Juegos Olímpicos que es lo que pretende la Federación Mexicana de Boxeo, compartió el vencedor.

Verde Álvarez se fogueó en un par de competencias antes. La primera fue en La Nucía, España, donde en el Boxam Internacional Élite, el sinaloense llegó hasta la final. Sin embargo, en la lucha por el título cayó ante el uzbeko Asadullaev Khavasbek. Después, en una cartelera en la feria de San Marcos, Aguascalientes, el universitario mostró su pegada. En la velada, Marco noqueó al cubano Roniel Iglesias, medallista de oro en Londres 2012 y Tokio 2021, así como bronce en Beijing 2008. Esa vez el caribeño optó por no salir al quinto round, en una función que se pactó en un formato profesional.

Veintidós años después, Verde Álvarez se convertirá en París 2024 en el primer boxeador mexicano en emular los pasos de su padre. Subirá al cuadrilátero al igual que lo hizo su progenitor en Barcelona 1992.

También lograron el oro los seleccionados olímpicos Miguel Martínez (65.5 kg) y Citlali Ortiz (75 kg), mientras Fátima Herrera consiguió la plata en la categoría de 50 kilogramos.

Con viento a favor

La selección mexicana de remo, por otra parte, cerró ayer su participación en la III Copa del Mundo con un total de dos medallas. Un día después del bronce de Kenia Lechuga, Alexis López y Miguel Carballo añadieron la segunda medalla con la que la delegación nacional finalizó el certamen que se realizó en Poznan, Polonia.

En la prueba de scull ligero doble, los campeones panamericanos finalizaron con un tiempo de 6:36:11 e impidieron que Francia hiciera el 1-2. Con la plaza olímpica asegurada, la cual obtuvieron el año pasado en el Campeonato Mundial, el certamen sirvió al binomio nacional de preparación.