Viernes 7 de junio de 2024, p. 26
Madrid. Las urnas ya se abrieron en algunos países europeos para las cruciales elecciones que renovarán el Parlamento Europeo, en unos comicios a los que están llamados a sufragar alrededor de 320 millones de ciudadanos.
Países Bajos, Estonia, Letonia y Lituania comenzaron las votaciones, mientras hoy lo harán Irlanda y República Checa, donde se prevé un avance importante de las formaciones de extrema derecha, muchas de ellas euroescépticas y que defienden políticas xenófobas frente a la migración.
A pesar de que la mayoría de los 27 países del bloque abrirán las casillas el domingo, en Países Bajos, República Checa e Irlanda, por los usos y costumbres de celebrar los comicios en días entre semana, los ciudadanos ya pueden depositar sus votos.
Define el Parlamento Europeo
En Países Bajos, donde participan 5.5 millones personas, serán elegidos 31 eurodiputados, y se prevé un triunfo inequívoco de la formación política del ultraderechista Geert Wilders, que se convertirá próximamente en presidente del gobierno tras una alianza con otras fuerzas conservadoras.
Wilders obtuvo una victoria histórica en los comicios generales de noviembre, que le permitió consolidarse como líder del Partido de la Libertad (PVV).
Ha ganado adeptos gracias a su retórica antimigración, islamófoba, euroescéptica y que cuestiona la agenda 2030 contra el cambio climático. En la actualidad, hay cinco países en donde la extrema derecha gobierna: Italia, Hungría, Polonia, República Checa y Finlandia.
Además, se prevé que en Irlanda, que hasta hace unos meses tenía como partido hegemónico al izquierdista Sinn Féin, avancen las propuestas políticas ultras, que han enarbolado también el mensaje de la xenofobia, con la aparición de candidatos independientes y pequeños grupos de ultraderecha, cuyos lemas: Irlanda está llena
o Irlanda para los irlandeses
, promovidos en los barrios obreros más pobres, están calando en un país que se caracterizaba por su profundo europeísmo.
En tanto, Irlanda será el termómetro de las proclamas ultras en la sociedad europea, consideran analistas.