Buenos Aires. Manifestantes de movimientos sociales que demandaban pan y alimentos en céntrica zona de esta capital fueron golpeados, detenidos y los que intentaban huir fueron esperados en calles aledañas para ser cazados por policías federales, de la intendencia capitalina y civiles, que ayudaron en las detenciones al aplicar el protocolo ilegal de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el cual ha sido denunciado por organismos de derechos humanos internacionales.

Los manifestantes pedían también alimentos para los comedores populares que fueron suspendidos por el gobierno del presidente, el ultraderechista Javier Milei, y que se aplique de nuevo el plan Potenciar Trabajo, cada vez más necesario para los miles de desocupados víctimas del hambre y el despojo.

Los miles de manifestantes que llegaban para tratar de reunirse con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, que según dijeron los invitó a dialogar, fueron recibidos por policías que les arrojaron gases, dispararon balas de goma y lanzaron chorros de agua, alcanzando incluso a mujeres y niños.

Durante más de media hora se escucharon disparos de las balas de goma. Los agentes vestidos de civil que aparecieron con camisetas azules, y otros evidentemente infiltrados, trataron de quemar automóviles y rompieron aparadores para inculpar a los dirigentes de estos movimientos. Arrojaron sobre el rostro de los inconformes el nuevo gas pimienta que produce quemaduras severas.

Otros policías y agentes vestidos de civil se lanzaron a una cacería humana contra los que corrían en busca de refugio. La manifestación era pacífica, como lo constataron los camarógrafos de varias televisoras. Un periodista resultó herido en una pierna, a otro le desgarraron la ropa y hubo golpeados.

Con el argumento de que se habría incumplido el protocolo antipiquetes y que había violentos en la protesta, las fuerzas enviadas por el ministro de Seguridad del gobierno de la ciudad, Diego Kravetz, trataban de justificar la represión.

Los uniformados rodearon a los manifestantes y los empujaron para impedir que avanzaran. Así lo denunciaron la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular y la Federación Nacional Territorial, que integra la Central de Trabajadores de Argentna. También estaban representantes del trotskista Polo Obrero, la Corriente Clasista y Combativa, entre otros.

Por otra parte, Milei se dedicó a insultar al periodismo, al cual calificó de corrupto, sucio y prostituido. Además, acusó a los comunicadores en su conjunto de extorsionadores y mentirosos.

Enmarcó sus amenazas a la prensa en el anuncio de una nueva Doctrina de Política Exterior para Argentina, tras la visita de la general Laura Richardson, jefa del Comando Sur estadunidense, señaló Página /12 y añadió que en un nuevo ataque de furia, el presidente Javier Milei volvió a embestir contra la libertad de prensa.

Acusó a los periodistas de recibir sobres y la pauta oficial, todo sin pruebas.

El mandatario y su ministro de Economía y otras carteras, Luis Caputo, dieron a conocer antier una sustancial baja de la inflación con cifras que tomaron de un informe bajo el nombre de la cadena de Supermercados Jumbo, lo cual era falso. Fue un escándalo que tuvieron que salir a desmentir de haberlo dado como un reporte oficial.

Los viajes

Milei y su hermana Karina viajaron ayer a Miami para recibir el premio de Embajador Internacional de la Luz entregado por rabinos de la secta judía Lubavith. Luego, en su viaje a Europa el mandatario participará en una ceremonia en Dinamarca el próximo día 16 para cerrar la compra de 24 aviones F-16 que serán equipados por Estados Unidos.

Milei se lo confirmó a la general Richardson cuando se reunieron en Tierra del Fuego. “Los aviones F-16 fueron fabricados por la empresa Lockheed Martin y empezarán a llegar al país a partir de diciembre”, explicaron a los medios, y desde ese momento el gobierno de Estados Unidos pondrá a disposición de Argentina un contrato por 40 millones de dólares en equipamiento para las aeronaves. Se trata de una donación de la administración de Joe Biden que el embajador Marc Stanley obtuvo tras intensas negociaciones. Esto también causó fuerte rechazo cuando el gobierno está aplicando un ajuste criminal aduciendo que no hay plata, mientras la situación se agrava día tras día.