Lunes 8 de abril de 2024, p. 12
Con las campañas, la Cámara de Senadores se ha convertido en una caja de resonancia de la contienda electoral, donde la mayor parte del tiempo en las sesiones los legisladores lo dedican a atacarse e insultarse.
Dado que no hay acuerdos entre el bloque mayoritario y la oposición, los productos legislativos aprobados son pocos y se prevé que esa será la tónica hasta la conclusión del proceso comicial.
Ricardo Monreal, coordinador de Morena, consideró que el predominio de la discusión se debe a la desesperación de la alianza del PAN, PRI y PRD ante el hecho de que la candidata presidencial de su partido, Claudia Sheinbaum, se encuentra entre 24 y 28 puntos arriba de su abanderada en las encuestas.
Tras analizar procesos electorales de otros países, recalcó que en ninguna parte del mundo ha cambiado en 50 días el escenario electoral que dibujan las estadísticas y los estudios demoscópicos.
Dijo tener un estudio comparativo de otros comicios y 50 días antes de la jornada ya no tienen ningún movimiento; tendrán un punto arriba, un punto abajo, pero normalmente los pronósticos se confirman el día de la elección.
Monreal subrayó que no es un buen momento el que vive el Senado, pues no hay acuerdos y existe un diálogo de sordos entre las fracciones, cada una con su postura política y eso no se tranquilizará en los próximos meses, sino hasta que Sheinbaum asuma la Presidencia de la República y entre en operación el nuevo Congreso.
Insistió en que esta institución es rehén de la política electorera. Es como una especie de Cámara para expresar insultos, diatriba, descalificación. No estamos legislando, nos estamos insultando, nos estamos agrediendo verbalmente y nos estamos descalificando unos a otros
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La confrontación ha llegado a tal grado que hay dificultades para que los grupos parlamentarios firmen puntos de acuerdo, cuando normalmente no había problemas para eso.
AN llega a cada sesión del Senado con un tema que pone a discusión en busca de votos. Entre los que ya ha planteado se encuentran la inseguridad, la violencia en las elecciones y, recientemente, los programas sociales y la demanda de que el Instituto Nacional Electoral realice una campaña para explicar que dichos apoyos no son de ningún partido.