Cultura
Ver día anteriorSábado 27 de enero de 2024Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Murió Goran Petrović, autor serbio que hacía metáforas de la realidad

El escritor participó en la pasada edición del Hay Festival en Querétaro

Foto
▲ Goran Petrović en una entrevista con La Jornada en la Ciudad de México en 2005.Foto archivo
 
Periódico La Jornada
Sábado 27 de enero de 2024, p. 4

El escritor serbio Goran Petrović falleció a los 62 años. Reconocido por sus novelas cercanas al realismo mágico, declaró a este diario que más que una réplica del presente, le interesó hacer metáforas de la realidad, y consideró la literatura una dimensión que expande y explica el planeta.

Hasta siempre, querido amigo. Gracias por compartir con nosotros tu alma y tu literatura, publicó en sus redes sociales la editorial mexicana Sexto Piso, que fue de los primeros en anunciar el fallecimiento del autor de El cerco de la iglesia de la Santa Salvación. Dejó una huella imborrable en la historia de nuestra editorial y en los corazones de sus lectores, en México y el mundo.

Uno de los más prestigiados autores serbios contemporáneos nació en Kraljevo en 1961. En 2000 ganó el premio NIN a la mejor novela publicada en Serbia por La mano de la buena fortuna, obra en la que logró lo que pocas veces se consigue: esculpir una de las piezas más perfectas que habitan la llamada Literatura Absoluta, describió Sexto Piso, que ha dado a conocer en español seis de sus títulos, incluidos Bajo el techo que se desmorona (2010) y Diferencias (2006).

El escritor serbio se caracterizó por un increíble y cuidadoso manejo de la lengua. En 2003, con motivo de la publicación en México de su primera novela traducida al español, Atlas descrito por el cielo (1993), consideró que se trata de un país que siempre ha sido mágico, algo especial. En la entrevista publicada en La Jornada reconoció la influencia de escritores latinoamericanos, como Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes.

Veo mis libros como si fueran parientes que se dispersaron por todas partes, principalmente por Serbia, pero ahora llegan incluso a México. Es decir, parientes que veo en las veladas literarias, cuando las tengo, o en los escaparates de las librerías; parientes que puedo llamar si me siento triste, y su existencia, de algún modo, me da calor, pero a los cuales no suelo ver tan a menudo, ni releer ni visitar, declaró sobre sus obras que circulan traducidas a una docena de lenguas.

La embajada de Serbia en nuestro país también lamentó la trágica noticia sobre Petrović, quien convivió con los lectores mexicanos en diversas ocasiones. Apenas en septiembre pasado participó en el Hay Festival en Querétaro, donde conversó sobre su novela más reciente, Papel con el sello de agua (2023), situada en la Italia renacentista, que relata el viaje de la reina de Nápoles para adquirir papel de la más alta calidad para escribir una carta de amor.

Durante su visita en 2005, en otra charla con La Jornada afirmó: Veo la literatura como una carta que como lectores recibimos del pasado. No es pretencioso decir que yo, como lector, al igual que los demás, recibí la carta de Cervantes, y como escritor trato de enviar una misiva a un lector futuro porque, aunque en el mundo contemporáneo aparecen nuevos milagros, estoy convencido de que la literatura va a permanecer.

En ese entonces presentó La mano de la buena fortuna en el Museo Nacional de Antropología y en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Es muy difícil ser original a principios del siglo XXI, porque los grandes temas, el amor, el odio, la traición, ya han sido trabajados desde la antigüedad. Ahora sólo nos queda trabajarlos de forma más moderna o, para expresarme con el lenguaje de la química: un escritor contemporáneo sólo hace un nuevo compuesto con esos elementos.