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En Bajo las huellas de la ceiba Patricia Guerrero invita al lector a afrontar sus fantasmas
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▲ La autora presentó ayer su libro de 11 relatos en la FIL de Guadalajara.Foto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Domingo 3 de diciembre de 2023, p. 4

El dolor, el misterio, la ausencia, la sangre y la melancolía quedan marcadas en las letras de Patricia Yanelli Guerrero (CDMX, 1977) quien con su libro de cuentos Bajo las huellas de la ceiba, editado por Camelot América, invita al lector a enfrentar sus fantasmas.

La escritora aseguró en entrevista con La Jornada que su intención con estos relatos es mostrar un lado que trascienda a lo cotidiano, que haga al espectador aprender a percibir el horror que se oculta tras ese velo que hace imperceptible lo fácil que es caer ante el terror.

En la literatura fantástica nace una ruptura del mundo normal para abrir las puertas a lo extraño. Cuando se hace a un lado la razón, se pulveriza cualquier acto que podemos conocer dentro de lo real, afirmó.

La antología, conformada por 11 cuentos, evoca universos fantásticos, sobrenaturales y misteriosos, en los cuales los protagonistas luchan no sólo con los terrores que los rodean, sino con sus sombras.

Estas historias están hechas para que el lector se enfrente a estos misterios, lo extraño; vemos por ahí a un gato, una mujer de agua, una bruja, una ninfa. Leer literatura es ir a otra dimensión y salir de lo que vemos todos los días, refirió.

La narrativa de Guerrero, que le costó cinco años materializar en este volumen, permite crear pequeños universos sombríos, que van delineando una atmósfera que permite percibir la angustia de los personajes. De niña tenía muchas pesadillas, y quise transformarlas en relatos. Es como un velo, digamos, abajo de la cama; para un niño, es un submundo donde la protección de los padres ya no cuenta. Así sucedía conmigo, sostuvo.

Los variados horrores que se ocultan detrás de las páginas, desde insectos, enfermedades y plagas, mutaciones, espectros y otros monstruos que se ocultan bajo la piel humana nos hacen recordar que cualquiera puede ser presa.

El nombre del título hace referencia a un árbol que funciona como referente mitológico: la ceiba. Estos imponentes gigantes de los climas tropicales son vistos como portales hacia lo sobrenatural; no por nada se les vincula con espectros y brujos.

Se les relaciona en México con casos como la Xtabay (hechicera en mayab), la cual rapta a los hombres lujuriosos para consumirlos; también aparece como parte importante en rituales de la santería en Cuba, donde el árbol es visto como puerta para los espíritus. Otro de los elementos importantes es el agua, los ríos, las corrientes del líquido, que evocan límites dentro del mundo etéreo.

También están los dolores de la nostalgia, algo a lo que la realidad nos obliga a confrontar: A pesar de lo paranormal, a lo que más hay que temer es a la ausencia de nuestros seres queridos, a esas pérdidas irreparables con las que tenemos que lidiar. En mi caso, la de mi madre, compartió la autora.

Sin embargo, Patricia también ofrece esperanza, la cual representa bajo la forma de animales. Es con su compañía que los seres humanos pueden encontrar su lado más sensible y cálido para seguir adelante a pesar de las frías adversidades.

La autora presentó ayer Bajo las huellas de la ceiba en el salón G de la sala Internacional en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.