Número 194 Suplemento Informativo de La Jornada Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payán Velver
Miscelánea
Somos de Maíz. No a los trasngénicos. Enrique Pérez S.
Somos de Maíz. No a los trasngénicos. Accionar.io

La Soberanía nacional y alimentaria no se negocian

Enrique Pérez S.

El panel de solución de controversias del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) por la decisión soberana de México de prohibir el maíz transgénico, y que busca abrir las fronteras para la entrada de importaciones de maíz transgénico para consumo de los mexicanos, es un tema que ha pasado casi desapercibido en las noticias y en la agenda nacional.

A partir del decreto publicado por el gobierno de México, el pasado 13 de febrero de este año, Estados Unidos endureció los ataques a esta resolución en agosto pasado cuando a través de la representación comercial impugnó las medidas contenidas en dicho decreto y se anuncia el panel de controversias que encabezará de parte del Gobierno Mexicano Raquel Buenrostro de la Secretaría de Economía, modalidad asumida en el TMEC, para resolver conflictos.

Recordemos que la discusión sobre los transgénicos y el uso de glifosato en nuestro país es de larga data, encabezada, antes de la Cuarta Transformación (4T), por movimientos campesinos y organizaciones y colectivos de la sociedad civil. Pero no sólo en nuestro país se ha generado el debate, en el país vecino, ahora demandante, los productores de maíz aparecen en la escena defendiendo desde sus plantaciones de maíz no transgénico, y reclamando también su derecho a ser tomados en cuenta, voces que son invisibilizadas o relegadas en los medios de comunicación.

Sin embargo, el pasado 9 de noviembre de este año, el periódico Reforma público una nota firmada por la Redacción, donde la organización estadounidense, Farm Action, organismo que representa a agricultores independientes de ese país, menciona que “en la disputa con México por la prohibición del maíz transgénico, el Gobierno de EEUU da prioridad a los intereses de las grandes corporaciones (de semillas y agroquímicos) sobre sus agricultores”. Dicha organización, consigna la nota, solicitó a la Secretaría de Economía de México “su autorización para presentar sus opiniones sobre el panel a fin de que se garanticen que sus intereses están representados en la disputa”… para sentenciar que “la intención de México de eliminar gradualmente el maíz transgénico y el glifosato, es una gran oportunidad de mercado para la producción de maíz no transgénico en EEUU, pues los agricultores de ese país que producen maíz tradicional han logrado buenos rendimientos financiero”, concluye.

Los productores del país vecino de maíces no transgénicos dejaron escuchar su voz y en México no es la excepción ya que, desde diferentes frentes se multiplicaron las voces que están luchando para fortalecer la posición del gobierno mexicano en el panel de controversia, desenmascarando la posición de las agrotransnacionales, como Bayer-Monsanto y sus aliados del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), que han desplegado todo su poderío en los medios de comunicación y comentaristas, reduciendo la prohibición del maíz transgénico y el glifosato a un asunto de “ideología”, “no científico” que encabezan “algunos” Servidores Públicos de la 4T.

La Campaña Nacional Sin Maíz no hay País tomó posición y para celebrar el Día Nacional del Maíz, este 29 de septiembre, convocó bajo el lema “Somos de Maíz. No a los Transgénicos” a una acción político-cultural, desde el emblemático Ángel de la Independencia, que se vistió de colores y lo bordeaban serpientes, intervención artística inspirada en los mitos de Coatepec, diseñada y coordinada por Santiago Robles, el lema se repitió a lo largo y ancho del país en más de un centenar de eventos.

Este fue el punto de partida para la marcha hacia la Embajada de Estados Unidos de Norteamérica. La Campaña “convocó al Pueblo de México a “a defender activamente nuestro derecho a una alimentación sana, adecuada y culturalmente respetuosa a nuestras tradiciones. A defender nuestro derecho a tener tortillas elaboradas con maíz de buena calidad y libre de agrotóxicos en nuestra mesa diaria. A defender y valorar el trabajo campesino. Y por encima de todo… a defender nuestra soberanía”.

Las y los activistas caminaron del monumento de la Independencia a para entregar una carta y una canasta de maíces nativos al Embajador Ken Salazar, donde le manifestaron que “el rechazo de México no se refiere a las importaciones en sí, sino a la calidad del producto. Nos negamos a usar en cualquier etapa de la cadena alimenticia, un maíz que no tenga la calidad de los maíces que hemos consumido tradicionalmente. Ese es el punto. Sabemos, por lo demás, que hay productores estadounidenses dispuestos a vender a México maíz amarillo no transgénico si se les solicita”.

Al esgrimir sus argumentos, la Campaña Nacional Sin Maíz no hay País solicitó al Embajador Ken Salazar “que haga saber a su gobierno que el pueblo de México no tolerará que, con el pretexto de un tratado comercial, se le obligue a comer lo que los propios ciudadanos estadounidenses rechazan” y que “en lugar de buscar imponer a México que acepte un maíz transgénico forrajero para su uso en productos alimenticios y en alimento para ganado, bien haría… en alentar la producción de maíces no transgénicos, lo cual podría mejorar la salud de su propia población…”

En pleno Día nacional del Maíz, la Demanda de Acción Colectiva contra el maíz transgénico, que había anunciado que fue galardonada con el permio Pax Natura 2023, por “impedir exitosamente la seimbra de maíz transgéncio en México”, informó que a pesar de la sentencia el juez Víctor Miguel Bravo Megaloza, “la siembra de maíz transgénico en todo el país sigue detenida por una sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de 2021 y por una apelación que hoy promovió la Colectividad de científicos, campesinos, activistas y abogados” y añadieron que “el juez se limitó a hacer un análisis formalista del juicio, sin estudiar a fondo las pruebas de origen científico aportadas por la Colectividad. Omitió considerar la gran relevancia que tiene la acción colectiva del maíz para las generaciones presentes y futuras de la población mexicana, por lo tanto omitió ponderar el interés social de todas las personas que consumen o producen maíz, protegiendo los intereses particulares de la agroindustria. Así mismo, omite proteger el medio ambiente y la biodiversidad no sólo de México, sino del mundo, debido a que nuestro país es centro de origen y de diversificación biológica del maíz nativo. Por último, invitamos a la población mexicana a informarse, seguir denunciando y defendiendo a nuestros maíces nativos”.

Somos de Maíz. No a los trasngénicos. Enrique Pérez S.

Pero la ofensiva contra el decreto presidencial contra maíz transgénico y glifosato por parte de las empresas transnacionales (Bayer-Monsanto, etc.), el CNA y el Poder Judicial se recrudece día con día, tal como lo muestra Zózimo Camacho de la Revista Contralínea el pasado 13 de noviembre en la que señala los “Intensos cabildeos de Monsanto entre ministros y magistrados podrían abrir de nueva cuenta la importación masiva de glifosato. El magistrado Ricardo Gallardo Vara propone amparar a la trasnacional contra uno de los dos decretos presidenciales que buscan proteger a la población de la toxicidad del herbicida. En el proyecto, a discutirse este miércoles, el funcionario desestima los estudios de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer y reproduce el discurso difundido por el consorcio productor del agroquímico”.

Hasta el cierre de está edición, a través de su cuenta de X, Julia Álvarez Icaza, abogada de la Demanda Colectiva, mencionó que (el expediente) al “llegar al número asignado al asunto en la sesión del día de hoy, finalmente el Tribunal decide postergar su votación para estudiar con profundidad un tema pendiente en el asunto”. Sin embargo, es importante estar alertas de las artimañas que seguirán usando las las empresas transnacionales y sus representantes en México, a través del CNA y del poder judicial que querrán echar abajo los avances respecto a la prohibición del maíz transgénico y glifosato. Y por supuesto seguir atentos del curso que tomará el panel de solución de controversias del T-MEC, en la que México debe defender si titubeo alguno, la soberanía nacional y alimentaria. •