La presa El Zapotillo fue un conflicto que parecía no tener solución y que inevitablemente condenaría a los pueblos a desaparecer. Nuevas esperanzas surgieron con la entrada del gobierno en turno, pues en visitas anteriores como precandidato, el presidente había prometido a los pobladores la cancelación de la presa. A principios del año 2019 se dieron los primeros acercamientos, por primera vez, el gobierno federal se abrió al diálogo. Además, un cambio en la actitud de los funcionarios no pasó desapercibido por parte de los afectados, pues de tener un trato hostil y en ocasiones burlesco, pasó a ser un trato cordial y con respeto. Sin embargo, no todo fue miel sobre hojuelas, pues dentro de las entrañas de la estructura del Estado, como en dependencias como la CONAGUA, existían resquicios de aquellos que continuaban con la intención de terminar la presa, y con ello, la desaparición de los pueblos.
También hubo funcionarios quienes mostraron su apoyo a los pobladores, uno de ellos y de importancia política, fue el entonces titular de la SEMARNAT, Víctor Toledo Manzur. Fue el primer funcionario de alto nivel en visitar Temacapulín, un 30 de julio del 2019, y una vez que escuchó a los pobladores expresó: “el acto más irracional que yo podría registrar, sería que este pueblo desapareciera”. Pero, por otro lado, la titular de la CONAGUA en aquel momento, Blanca Jiménez, parecía que equilibraba la balanza a favor de quienes querían continuar con el proyecto de la presa, pues era alguien cercana al gobierno de Guanajuato, aunque siempre se mantuvo respetando el proceso de diálogo. La oficina de asesores del presidente, quien encabezaba Cárdenas Batel, se mantenía a la expectativa. En el 2019 se había llegado a un punto donde no se lograba avanzar en el diálogo, y los pobladores se mantenían en la incertidumbre. Llegó el 2020 y con ello la pandemia del Covid-19, por lo que el avance en el diálogo se había estancado durante ese año, sin embargo, ocurrieron cambios dentro del gobierno que parecieron modificar el juego político.
El 31 de agosto del 2020 se da el cambio de titular de la SEMARNAT, Víctor Toledo, que era percibido como un aliado por parte de los pobladores, fue sustituido por María Luisa Albores, quien también ya había tenido acercamiento con el movimiento. Aunque los cambios más importantes venían más adelante y ocurrieron en la CONAGUA, la instancia federal con más peso en el conflicto. En septiembre del 2020, se dieron cambios de subdirectores en la CONAGUA, lo que en la prensa se catalogó como una “limpieza”. Aunque ahí se mantuvo Blanca Jiménez, al menos hasta ese momento, estos cambios en la CONAGUA pudieron jugar en favor de los habitantes. Pero el cambio más relevante, fue el 1 de junio de 2021, cuando Germán Martínez Santoyo es designado como titular de la CONAGUA. Esto provocó un cambio en la dirección hacia la resolución del conflicto.
Se establecieron nuevas mesas de diálogo, ahora con nuevos actores dentro de las instituciones. Durante julio del 2021 se dan las primeras reuniones, una en CDMX y otra en Guadalajara. De manera sorpresiva y sin que se haya avanzado mucho, el presidente informa que visitaría Temacapulín el 14 de agosto. Esto causó sorpresa e incertidumbre entre los pobladores, pues se llegó a pensar que el presidente iba a ir a convencerlos de la inundación. Llegó la fecha, y el presidente anunció en Temacapulín su compromiso de no inundación y con ello, mencionó que el titular de la CONAGUA, en una semana presentaría una propuesta que pusiera en funcionamiento la presa y que no inundaría los pueblos. Una semana después, Martínez Santoyo, acude a Temacapulín y presenta una propuesta de unas compuertas electrónicas que no rebasarían los 60 metros de embalse. Pobladores y aliados escucharon la propuesta y decidieron revisarla. Más adelante, durante un mes se dio la cooperación entre los pobladores, técnicos aliados y técnicos de la CONAGUA para dar con una solución que satisficiera a ambas partes, que garantizara la no inundación de los pueblos y la puesta en marcha de la presa. Al final, la propuesta queda con unos vertederos libres, tipo ventanas, a una altura de 42 metros, lo que garantizaría que no se inundara ningún pueblo.
Finalmente, el 10 de noviembre de 2021, AMLO realiza la tercera visita de ese año a Temacapulín y firma el Plan de Justicia. Ahora se vislumbran nuevos caminos para Temacapulín, Acasico y Palmarejo, aunque todavía desconocemos el rumbo que va a tomar, pues nuevas configuraciones en la región han empezado a ocurrir, y actores nuevos pueden surgir. Si bien, los cambios en la estructura del gobierno se consideran claves para la resolución del conflicto, no hubiesen sido suficientes sin la determinación de los pobladores de los pueblos, en especial aquellos que integraron el Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo, pues sin su sacrificio y lucha, probablemente al día de hoy, no se hablaría más de esos pueblos. •