La contratación de gestores que realizan trámites en el Registro Público de la Propiedad y el Comercio se presta a ser víctima de fraude inmobiliario, de suplantación de personas y hasta cobros casi 10 veces mayores respecto al costo de lo normal, afirmó el titular de la notaría 22, Daniel García Córdova.

En entrevista, el abogado señaló que es falsa la idea de que los servicios notariales me van a salir en un ojo de la cara, pues por ese pensamiento la gente contrata los servicios de estas personas, conocidas como coyotes, que representan un riesgo brutal y funesto.

Agregó que intervenir en un trámite ha representado que les bajen, de acuerdo con lo comentado por la gente, hasta 100 mil pesos, que cuando mucho hubieran pagado 12 mil, como la cancelación de una hipoteca, ya que se aprovechan de su desconocimiento.

Un notario, por un costo que no excede 700 pesos, puede acudir al Registro Público para conocer alguna información de registros que obre en las dependencias y entregar al ciudadano que contrató sus servicios el resultado de su gestoría.

En el caso de la compra-venta de inmuebles, por mil 500 a 2 mil pesos el notario solicita a la dependencia una constancia de folio con el fin de conocer su historial, revisar el pago de impuestos y derechos, así como evitar que el comprador desembolse un anticipo y sea víctima de fraude.

García Córdova, con 18 años de práctica notarial como abogado y dos de notario, explicó que en varios trámites es necesario recurrir a esos servicios, cuyos despachos informarán los pasos a seguir y retienen los derechos o impuestos correspondientes, mientras con un gestor se puede prestar a un tema de fraude inmobiliario o suplantación de personas.

El mito de que los servicios de un notario son caros ha evitado que muchas personas acudan a ellos, cuando en las jornadas notariales, vigentes todo el año sus costos son bajísimos y hay un desglose de adónde va cada peso entregado.

Destacó que el impuesto sobre adquisición de inmuebles, aplicado en la compra-venta de una casa o departamento, es el servicio más caro, pero la mayoría de las 2 millones de fincas de la ciudad entran en esas jornadas donde el descuento llega a 80 por ciento.

Hoy, poco más de la mitad de las fincas –unidad con la que se miden los inmuebles– está escriturada; los despojos se dan más cuando las propiedades no están formalizadas, se sigue un juicio de manera simulada, un otorgamiento y firma de escritura o una prescripción positiva al presentar un contrato privado.

El especialista reconoció que los fraudes inmobiliarios o despojos pueden utilizar al aparato de justicia, por lo que el notario debería estar al principio de la cadena, no al final, con el objetivo de coadyuvar en la revisión del proceso.