Las infecciones intrahospitalarias siguen siendo un problema grave en México. Durante los últimos 30 años el número de afectados se ha mantenido sin cambios. Uno de cada cinco personas que se hospitalizan adquiere alguna bacteria durante su internamiento, afirmó Samuel Ponce de León, coordinador del Programa Universitario de Investigación en Emergencias Epidemiológicas y Emergentes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

No hay estadísticas puntuales sobre este problema de salud, pero si se midiera la mortalidad por las infecciones nosocomiales se ubicaría como segunda o tercera causa de defunción general en el país, sostuvo el especialista, quien ayer participó en un foro sobre el tema, el cual se realizó como parte de las actividades de la exposición de dispositivos médicos Medical Expo.

Desde ayer y hasta mañana (jueves), más de 300 empresas darán a conocer sus productos, que van de material de curación a equipos de alta tecnología, mismos que coadyuvan en los servicios de atención médica.

Respecto de las infecciones intrahospitalarias, Ponce de León planteó que en muchas ocasiones, los pacientes no mueren por diabetes o alguna enfermedad cardiovascular, sino a consecuencia de alguna infección adquirida durante el internamiento.

En entrevista, el especialista comentó que en el país nunca se ha contado con registros de lo que representan las también conocidas como infecciones asociadas a la atención de la salud, lo que también ocurre en los recién nacidos que se encuentran en las unidades de cuidados intensivos. Su condición de salud es frágil, pero en ocasiones mueren por bacteriemias adquiridas en el hospital.

Según estimaciones de la consultora Blutitude, en México se registran seis millones de egresos hospitalarios al año, de los cuales alrededor de 160 mil pacientes adquirieron una infección durante su estancia.

La inversión asociada es de entre 85 mil y 180 mil pesos por persona; es decir, alrededor de 13 mil 600 a 28 mil 800 millones de pesos en total.

Las infecciones nosocomiales están directamente relacionadas con la resistencia antimicrobiana, la cual ya es motivo de alarma a escala global. Se originó por el uso desmedido e innecesario de los antibióticos que ha provocado el desarrollo de bacterias resistentes a varios de los tratamientos.

Cada vez más, los pacientes requieren tratamientos complejos y de alto costo. Lo más grave es que las opciones terapéuticas se han reducido, señaló Ponce de León.

Advirtió que las infecciones nosocomiales también son reflejo de las condiciones del sistema nacional de salud, con infraestructura carente de los insumos y el personal necesarios para garantizar la calidad de los servicios.

En las instituciones existen esfuerzos para prevenir las infecciones nosocomiales, pero se requiere una atención institucional sistemática, amplia, coherente y condiciones adecuadas para poder hacerlo, apuntó.