"La Jornada del Campo"
Número 192 Suplemento Informativo de La Jornada Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payán Velver
Sembradoras

Testimonio

Grisel Berenice Borbón Lara

  Comunidad de Los Tanques Álamos, Sonora. CAC Tierra y Libertad

Muy cerca de la frontera con Sinaloa y Chihuahua se encuentra Álamos, municipio con casi 11 mil habitantes. Aquí, el Programa Sembrando Vida atiende a 1,132 sembradores, de los cuales 35% son mujeres.

Grisel, es una de ellas. Mujer incansable y aguerrida, quien forma parte de la CAC Tierra y Libertad y para quien el Programa Sembrando Vida le ha dejado grandes aprendizajes: “Hemos aprendido de todas las personas de la comunidad, de personas que han tenido experiencia en cuanto a la siembra, además de la experiencia de ustedes”, refiriéndose a los técnicos que atienden a las 25 Comunidades de Aprendizaje Campesino que se formaron en el municipio.

De acuerdo con el testimonio de Grisel Borbón, uno de los grandes beneficios del programa ha sido la recuperación del tejido social, pues se ha rescatado la convivencia: “hemos tenido la oportunidad de convivir con varios integrantes de la comunidad de todas las edades, hemos trabajado en conjunto, hombres y mujeres trabajando para un fin común.”

Para ella el trabajo conjunto en el vivero, es un trabajo diario que les ha permitido no sólo aprender sino recuperar la convivencia en la comunidad. Actividades como el llenado de bolsas, la siembra de las diferentes semillas como el mezquite, el palo colorado, el chiltepín, el agave; el aprendizaje les ha venido bien para lograr unión y fortaleza como equipo: “hemos trabajado conjuntamente aprendiendo de todo.”

Esto es una constante en los grupos del programa, pues el eje social ha buscado que fomentar el trabajo en equipo: “Ahorita han sido varios aspectos, uno es trabajar en equipo, trabajar colaborativamente, solidariamente, con respeto”, dice Grisel.

Otro aspecto que resalta con las y los campesino del programa, es cuando hablan de la familia. Al respecto Grisel dice que el programa ha permitido una mayor convivencia familiar porque brinda la oportunidad de que sus hijos y los de varios integrantes de la comunidad aprendan sobre el campo. Dando paso al relevo generacional, propiciando arraigo y amor por el campo.

“Agradecemos mucho el apoyo que ha llegado a esta comunidad porque todas las personas realmente han sentido el beneficio del vivero y todos los apoyos que han llegado para que se vea reflejado en nuestra siembra y en las parcelas de cada uno de nosotros”, agrega. •