Sábado 17 de junio de 2023, p. 4
La relación del senador con licencia Ricardo Monreal con el presidente Andrés Manuel López Obrador es añeja, pues lo ha acompañado desde hace 26 años en el movimiento por la transformación del país, pero ha habido diferencias y el fantasma de la ruptura estuvo presente en al menos dos ocasiones.
La más reciente, a partir de 2021, cuando se responsabilizó al zacatecano de la derrota electoral en la Ciudad de México y el Ejecutivo le cerró las puertas de Palacio Nacional durante casi dos años.
Antes, en 2017, Monreal se rebeló por el resultado de la encuesta que permitió a Claudia Sheinbaum ser la candidata al gobierno capitalino. Un grupo de partidos de oposición le ofreció contender bajo sus siglas, pero lo rechazó y decidió seguir en Morena.
Su primer encuentro con López Obrador fue a finales de 1997, en un modesto departamento
de la Ciudad de México. Ahí conoció y habló con el político tabasqueño, entonces presidente del PRD, a quien acompañaban Jesús Ortega y Amalia García, integrantes también de la dirigencia perredista.
Le plantearon pelear la gubernatura de Zacatecas por el sol azteca. Aceptó, dejó el PRI después de más de 20 años de militancia, ganó y pudo gobernar la entidad seis años.
Participó en las tres campañas presidenciales del tabasqueño, como coordinador general en 2012, y estuvo en la fundación de Morena, en 2015, y después del triunfo de 2018 el Presidente acordó que Monreal fuera líder de los senadores.
En los primeros tres años del gobierno, desde el Senado impulsó las reformas estructurales propuestas por López Obrador en materia de austeridad y freno a la corrupción. Monreal desayunaba periódicamente con el titular del Ejecutivo federal y a finales de 2020 hablaba ya de su aspiración de ser el candidato a la Presidencia.
Sin embargo, en junio de 2021, cuando Morena perdió ocho de las alcaldías capitalinas, entre ellas la de Cuauhtémoc, se le responsabilizó de ser el operador político de esa derrota en terrenos de Sheinbaum y las puertas de Palacio se cerraron para él.
En esos dos años de distanciamiento nunca se confrontó directamente con López Obrador, que lo siguió ignorando y no lo mencionó entre sus posibles sucesores.
Monreal siguió con su promoción y su destape formal fue durante un mitin en la Arena México, en noviembre de 2022. Parecía alejarse de Morena y perder el control de la bancada; el 15 de diciembre de ese año votó contra el plan B electoral impulsado por el Ejecutivo federal.
Todos los días se pronosticaba que dejaría Morena, pero a finales de enero pasado vino una primera señal, al ser mencionado como aspirante en el escrito que el dirigente nacional, Mario Delgado, envió a los gobernadores.
Luego fue a la reunión del 28 de abril en Palacio Nacional, junto con los senadores morenistas. El zacatecano volvió a pisar el histórico recinto y se sentó al lado de López Obrador con los otros tres aspirantes.