Buenos Aires. Un tribunal argentino condenó a cadena perpetua a cuatro represores enjuiciados por participar en los vuelos de la muerte que se perpetraron en la última dictadura militar (1976-1983) y salían de la base del ejército Campo de Mayo, en la provincia de Buenos Aires (este), donde funcionó un centro clandestino de detención.

La sentencia llega después de casi dos años de proceso oral y se suma a otras condenas que hace años ya se dictaron por procedimientos similares en otros centros de tortura, indicó Telesur.

Prisión perpetua y cárcel común a cuatro ex militares por los vuelos de la muerte, informó anteanoche la Secretaría de Derechos Humanos en las redes sociales.

La condena recayó sobre el ex jefe de Institutos Militares de Campo de Mayo, Santiago Omar Riveros, de 98 años; el ex comandante del batallón Luis del Valle Arce, de 93; su segundo, Delsis Ángel Malacalza, de 85, y el ex oficial de Operaciones de esa dependencia, Eduardo María Lance, de 79 años.

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N-2 de la localidad San Martín los encontró culpables de allanamiento ilegal y del secuestro, tormentos y homicidio de cuatro personas: Adrián Accrescimbeni, Juan Carlos Rosace, Rosa Novillo Corvalán y Roberto Arancibia.

Se trata del primer juicio por los vuelos de la muerte en el ejército, y durante el debate se pudo probar, a través de testimonios de ex conscriptos, el funcionamiento de esta maquinaria planificada y sistemática que se utilizó para desaparecer y eliminar a miles de personas, señaló la Secretaría de Derechos Humanos, que actuó como querellante.

El fallo judicial marca un hito en la historia argentina, al dar por probada la existencia de los vuelos de la muerte como herramienta de exterminio.

Los vuelos de la muerte fueron el método de asesinato consistente en arrojar personas al mar desde un avión y que utilizó la dictadura militar que gobernó Argentina entre 1976 y 1983, con el fin de asesinar a los detenidos desaparecidos y eliminar las pruebas del delito.

Los represores están en prisión domiciliaria

En su sentencia, los jueces Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Matías Mancini ordenaron verificar el estado de salud de Del Valle Arce, Lance y Malacalza, que hoy se encuentran en prisión domiciliaria, para analizar si están en condiciones de salud para cumplir su pena en un establecimiento penitenciario, como pidió la fiscalía.

Con esta sentencia, Riveros, que fue ex comandante de Institutos Militares de Campo de Mayo, obtuvo su décimosexta condena a prisión perpetua, con lo que quedó reafirmada su área de influencia respecto de lo que sucedía en esa base militar situada en el noreste de la provincia de Buenos Aires.

Organizaciones de derechos humanos estiman que durante la dictadura argentina unas 30 mil personas fueron detenidas-desaparecidas, y que unos 500 hijos de mujeres secuestradas nacieron en cautiverio y les fue arrebatada su identidad.