Tras la derrota ante Jamaica en el inicio del Campeonato W de Concacaf, la selección mexicana femenil atraviesa su momento más complicado. Para avanzar y seguir en la pelea por los boletos al Mundial de 2023 y los Juegos Olímpicos de París 2024, al equipo de Mónica Vergara sólo le sirve ganar ante Haití y Estados Unidos, que hoy comparte el liderato de grupo junto a las jamaicanas. De no conseguirlo, su destino parece estar sentenciado.

La decepción es visible en los rostros de las jugadoras mexicanas. Lo reconoce la futbolista del Real Madrid, Kenti Robles, quien no pudo terminar el partido por cansancio, pero presenció los silbidos y abucheos del público en el estadio Universitario. Al no tener más margen de error, su respuesta es tajante y apunta a aquellos que perdieron la confianza en el Tri femenil.

No era el resultado que esperábamos, es cierto; pero quien tire la toalla o no crea, que se baje de este barco, lanza. Yo confío plenamente en lo que hemos trabajado, nos quedan todavía dos partidos y los vamos a pelear hasta el último momento.

En su análisis, Kenti no contempla una eliminación anticipada. Es más, confía en que la derrota puede servir para mostrar otra actitud frente a las haitianas, ante las que se juegan gran parte de su futuro. Llevamos poco tiempo con Mónica, argumenta; está claro que en estas eliminatorias los errores se pagan, pero quien quiera tirar la toalla que la tire, insiste.

En el mismo tenor, la goleadora de Tigres, Stephany Mayor, pide tranquilidad a los aficionados y garantiza que el pase al Mundial y a los Juegos Olímpicos sigue al alcance de las mexicanas.

No podemos darnos por vencidas, es sólo un partido, comenta; seguiremos luchando porque todavía hay posibilidades. Esa es la motivación que tiene todo el grupo. Fue muy dolorosa la derro-ta, pero hay que sacárnosla rá-pido de la cabeza, pues se nos vienen dos partidos más complejos.

Vencer a Haití, mañana en el estadio BBVA, es el primer objetivo de Mónica Vergara y su equipo. Luego, mirarán de reojo el resultado entre estadunidenses y jamaicanas, con la esperanza de un empate para tener mayores posibilidades de avanzar en la última fecha.

No hay que bajar los brazos, aquí se va a demostrar de qué estamos hechas, subraya convencida Jacqueline Ovalle, definiendo la derrota pasada como una cachetada que nos hará despertar.

La venta de boletos para el partido ante las haitianas sigue abierta en la casa de los Rayados, aunque se registra una menor demanda respecto a la del partido inaugural frente a Jamaica, celebrado en el Volcán, casa de los Tigres.