Miércoles 26 de enero de 2022, p. 4
Londres. Una nueva exposición inaugurada en Londres explora cómo se basó Francis Bacon en fotografías de animales, como el grito de un chimpancé, para sus representaciones, a veces inquietantes, de personas. Bacon fue uno de los artistas más aclamados del siglo XX, conocido por su idiosincrásica aproximación a la figura humana. La exposición, en la Royal Academy of Arts, pretende mostrar cómo el pintor, quien falleció en 1992 a los 82 años, creía que se podía difuminar la línea entre los seres humanos y los animales, así como sus formas e instintos. Él creía que bajo la delgada capa de civilización, todos somos animales, formamos parte del reino animal
, dijo el director de exposiciones de la Royal Academy of Arts, Andrea Tarsia.
Bacon, hijo de un criador de caballos que realizaba viajes a Sudáfrica para observar la vida salvaje, es muy conocido por sus figuras gritonas de cabezas inclinadas hacia atrás con bocas abiertas y esta especie de grito silencioso y poderoso que parece emanar de sus pinturas
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