El grupo parlamentario del PAN en el Senado perdió a tres integrantes en los últimos días, para quedar sólo con 22 senadores, muy lejos de Morena que tiene 61, junto con sus aliados del PT, PVEM y PES es el grupo mayoritario en esa Cámara.

La bancada panista atraviesa por mal momento, ya que la división imperante en el partido se refleja en el grupo, donde los criterios son dispares y sólo los une la crítica constante al gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

La más reciente deserción es de la senadora panista por Aguascalientes, Martha Márquez, quien acusó a la dirigencia nacional del blanquiazul, que encabeza Marko Cortés, de ser un grupo de corruptos, con intereses fácticos. En su cuenta de Twitter, el grupo que coordina Julen Rementería lamentó que por problemas locales dejara la militancia y el grupo.

De la bancada panista salió también el senador Gustavo Madero, para formar parte del grupo plural que encabeza Germán Martínez, quien abandonó la fracción parlamentaria de Morena.

Madero, ex presidente del PAN, no dejó el partido y recién aceptó un cargo, pero no quiere nada con sus ex compañeros senadores.

La legisladora Indira de Jesús Rosales pidió licencia para participar en la contienda por la dirigencia nacional del PAN en Veracruz, y su suplente, Judith Fabiola Vázquez, luego de rendir protesta, anunció que se pasaba al grupo de Morena. Esto es transitorio, porque la primera regresa a su escaño en diciembre.

Es notoria la división en la bancada, ya que, de acuerdo con versiones de algunos senadores, no todos están de acuerdo con la conducción de Rementería, quien debió sortear ya varios problemas y el escándalo que generó haber llevado a la sede del Senado al dirigente de Vox, Santiago Abascal, y firmar, junto con un grupo de legisladoras, la Carta de Madrid.

Una buena parte de los panistas no comparten las posturas de ultraderecha de Alejandra Reynoso, promotora de Vox, quien envió a una de sus asesoras a un curso de adoctrinamiento en Europa con cuatro partidos de corte fascista.