Cuando hablamos de la música del mundo no hay límites, sostiene Alexandra Gravas
Miércoles 22 de septiembre de 2021, p. 6
Quien disfruta un tipo de música y segrega otra se está perdiendo de algo y reduce su universo. Tal es el sentir de los artistas que participarán en el segmento Música del mundo del 49 Festival Internacional Cervantino (FIC), entre ellos la reconocida mezzosoprano griega Alexandra Gravas y el compositor e intérprete de origen colombiano Leopoldo Novoa Mantallana.
Desde mi experiencia, lo que podemos expresar con la música y las letras es amor y viene de un lugar muy profundo del corazón. Esto habla del amor por lo que hacemos. No hay límites cuando hablamos de la música del mundo
, afirmó este martes Alexandra Gravas en videoconferencia de prensa en la que se anunció la programación de esa vertiente del festival.
Considerada embajadora de la cultura griega, la cantante presentará en el FIC –a realizarse del 13 al 31 de octubre de manera presencial e híbrida en Guanajuato– un programa inspirado en canciones mexicanas y de Latinoamérica, el cual se desprende de su más reciente disco El amor es vida.
Mucho de anecdótico hay detrás de ese álbum, pues fue grabado el año pasado en la Ciudad de México, al lado del grupo Los Macorinos, mientras la intérprete se quedó varada en el país de marzo a julio debido a la pandemia.
El amor de Alexandra Gravas por la música mexicana, según contó, nació a raíz de su primera visita a México, en 2013, cuando actuó en el Palacio de Bellas Artes y conoció a Chavela Vargas. Pero hasta el año pasado se animó a cantarla e incluso grabarla.
Descubrí enormes similares entre las músicas de México y Grecia. Una muy importante es la poesía en las letras; son canciones muy profundas. Para mí, la música, el lenguaje mexicano flota; siento que he cantado estas canciones toda mi vida, son una verdad en mí.
Para Leopoldo Novoa, quien participará en el FIC con su grupo Tembembe en un programa conjunto de música barroca novohispana al lado del también grupo mexicano Tierra mestiza, resulta muy enriquecedora la importancia que el Cervantino da este año a las llamadas músicas del mundo.
“Lo que hace el festival al abrirse a estas músicas es cambiar una concepción y una manera de ver: es saber que todos cabemos en este mundo, que todos podemos encontrarnos y que siempre habrá un aporte, de una u otra manera.
El hecho de que las músicas se encuentren es algo que sucede y ha sucedido a lo largo de la historia de la humanidad. De pronto, ha habido momentos en los que se les sectoriza, se les clasifica y, a veces, hasta se les ha estratificado, y de alguna manera se han puesto en posiciones de mayor acceso y difusión, y otras no tanto. Por fortuna, en años recientes este tipo de prejuicios se han roto, se han ido difuminando y han hecho que se encuentren en lo que son: músicas, sin más.
Asimismo, por vez primera en México y América Latina se presentará el reconocido japonés Takashi Hirayasu, con música tradicional de Okinawa y sus composiciones.
Takashi hará mancuerna con el percusionista mexicano Armando Montiel para dar cuenta de la fusión entre los sonidos tradicionales de esa isla japonesa y música occidental como el blues, el jazz y el rock. Es una propuesta en la que destacará el sonido del shanshin, instrumento tradicional de cuerda similar a un laúd que ha sido el hilo conductor de la historia de la música de Okinawa.