En el 2021, de acuerdo a lo publicado en las Reglas de Operación del Programa Producción para el Bienestar (PpB), se incorporan por primera vez al Padrón del programa a las y los productores de abejas Apis y abejas nativas o sin aguijón; meliponinos. Se busca que a través de un incentivo económico de 6,200 pesos anuales los productores inviertan en actividades, insumos o infraestructura que les permita incrementar su productividad.
Al 26 de julio de 2021 se han incorporado 36,351 productores y productoras al programa PpB, de un universo estimado de 40 mil. De estos, el mayor número se concentra en la península de Yucatán, región que históricamente ha sido punta de lanza en esta actividad productiva, con un total de 16,151 productores incorporados que representa más del 44% a nivel nacional.
En la Estrategia de Acompañamiento Técnico (EAT) del PpB se diseña un proceso de seguimiento y acompañamiento a los y las productoras que decidan capacitarse para transitar a sistemas de producción y consumo sanos, nutritivos, competitivos, resilientes y socialmente responsables.
En el marco de los tres objetivos emanados de la EAT: 1) contribuir a la autosuficiencia alimentaria, 2) mejorar la competitividad y 3) reducir la contaminación al ambiente; se han definido objetivos específicos a alcanzar con el trabajo de acompañamiento en el territorio: para el caso de la apicultura se busca incrementar la productividad de los apiarios a través de métodos sustentables de producción y manejo, reduciendo costos e incrementando rendimientos, y para los meliponinos se busca fomentar el incremento de las colmenas de abejas nativas (figura 1) con fines de conservación y en función del crecimiento racional de las mismas, aprovechar los productos de la colmena.
Para lograr los objetivos descritos, en la península de Yucatán se cuenta con un equipo territorial compuesto por 57 elementos entre técnicos agroecológicos, técnicos sociales, becarios y coordinadores territoriales, quienes realizan el proceso de acompañamiento para transitar a una apicultura autosuficiente en insumos, que realice buena prácticas de manejo, que impulse acciones de recuperación de la flora nativa en los apiarios y meliponarias, que fomente procesos organizativos y propicie una apicultura mas profesionalizada que permita mejorar rendimientos a través del mejoramiento de la calidad.
Con la finalidad de incorporar a la población más joven en las actividades apícolas y meliponícolas se tiene previsto incorporar a 278 Jóvenes Construyendo el Futuro para que se capaciten en procesos productivos apícolas sustentables, y a mediano plazo se conviertan en agentes dinamizadores en sus comunidades.
Además de lo anterior, se trabaja de la mano con organizaciones de la sociedad civil, como la Alianza Maya por las Abejas Kabnáalo’on, con instancias de educación como El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), organismos nacionales como la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), organismos internacionales como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Estas instancias han aportado sus puntos de vista dentro de la EAT de miel, y con ello construir una visión colectiva de trabajo en el territorio peninsular.
Se construye una visión donde se reconozca el papel de los polinizadores, en particular de las abejas, como elemento indispensable en los proceso productivos y ambientales, y donde se conjugue de manera armoniosa la producción agrícola con la apícola, promoviendo sistemas productivos diversificados, sistemas con enfoque agroecológico, promoviendo la rotación de cultivos, haciendo uso de la diversidad vegetal y sus servicios ecosistémicos como barreras naturales, control de plagas, entre otros.
A través de las acciones descritas se espera incidir en los procesos productivos, organizativos y sociales, que sostienen la actividad de los apicultores y meliponicultores de la Península de Yucatán, lo cual permitirá elevar el nivel productivo de la región, a través de la implementación de prácticas más sustentables. De esta manera, el aprovechamiento sustentable de los productos de la colmena incidirá en una mejora palpable en los niveles de ingresos de las familias en forma armónica con el cuidado del ambiente y de los polinizadores, ennobleciendo aún más estas actividades, a las que es fundamental impulsar y preservar. •