Opinión
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Ciudad perdida

Morena, mero espectador en el lío que hizo Vox // Nadie pone orden allí // Inminente fin del PRD

A

unque parezca increíble, mientras la agrupación de derecha que encabeza el Vox-panismo, y donde participan el PRD y el PRI, se consolidan como una opción conservadora, Morena permanece inmóvil, vacío de ideas, sumido en el silencio que le imponen las guerras internas donde sólo importan las ambiciones inconfesables –por el momento– y relega el proyecto general de la 4T.

Hay quien dice que lo dicho arriba no es tan cierto o es una verdad a medias, que las ideas sí fluyen, pero las neutralizan las ambiciones personales, y que los diputados –federales y locales–, además de los alcaldes de ese joven partido, sí están dispuestos, en su mayoría, a ofrecer un flanco duro a la derecha, aunque por ahora se han topado con posturas inamovibles por parte de algunos alcaldes que han puesto sobre la mesa el ultimátum: ellos –ella o él– o nadie.

Desde luego, como en Morena no existe una figura que pueda poner orden –Héctor Ulises García, quien cobra como presidente del organismo, aunque no haga nada, no cuenta con el respeto ni respaldo de la militancia–, cada alcalde supone que debe ser quien se convierta en la cabeza del accionar del grupo, es decir, unos anulan a otros y para decir verdad no hay nada.

En el gobierno central se dice que los criterios para nombrar a un representante se han equivocado. No son, advierten, las alcaldías más grandes o pobladas las que deben representar a la demás por ese sólo hecho, pero los alcaldes, que además se sienten llamados a gobernar la capital, usan el argumento para malograr cualquier iniciativa que no los coloque en el liderazgo del grupo.

Nos dicen en los corrillos del gobierno central que sí, que ha habido reuniones, que sí se ha intentado consolidar un grupo, pero no hay acuerdos, mientras en otras esferas de la política en Morena ya hay algo más que desesperación porque los problemas se acumulan y las soluciones escasean.

Ya no queda mucho tiempo. Las alcaldesas o los alcaldes de Morena, relectos o no, carecen del tamaño político que requiere el gobierno de la ciudad; buscar acuerdos que fortalezcan a su partido debería ser la prioridad y tal vez en ese trabajo se impulse a alguien que sea reconocido y apoyado por la militancia que hoy camina sin rumbo.

De pasadita

Hace un par de entregas dijimos aquí que un familiar de la fiscal Ernestina Godoy, el diputado Carlos Cervantes, de apellido materno Godoy, era protegido de la funcionaria, pero esto no es verdad y desde la propia Fiscalía nos han hecho el reclamo, por lo que aquí queda la corrección a la mala interpretación.

Por cierto, en el muy deshilachado PRD ahora se ha dado un rompimiento que seguramente traerá consecuencias dentro de lo que queda de ese partido. Resulta que la lideresa de la organización en la capital, Nora Arias, rompió de todas con Víctor Hugo Lobo, líder de la muy disminuida bancada de los amarillos en el Congreso local.

Aunque ya no hay mucho por perder en el PRD, la ruptura entre ambas figuras parece anunciar que por fin la agonía del chuchismo llegará. Si Arias abandona ese partido, los pocos que quedan emigrarán porque ahí ya no hay nada por defender y nada por que luchar.

De todas formas, huecos como nunca, los perredistas sobrevivientes, los únicos que permanecen más allá de Los Chuchos, apelarán a las necedades del diputado Jorge Gaviño para mantenerse en la discusión política y a las malas artes de Lobo a fin de lograr acuerdos que les dé un poco de oxígeno y así seguir en la nómina del Congreso. Lamentable.