El ritmo de competencia es lo único que hace falta a los seleccionados nacionales de voleibol de playa, luego de haber superado, prácticamente la mayoría, contagios de coronavirus durante el año pasado, incluido el entrenador Salvador González, quien sobrelleva la preparación de los jugadores con los ajustes obligados tras las cancelaciones y los aplazamientos de los torneos.

Tal es el caso de la fecha ini-cial del Tour Mexicano, programado del 29 enero al 1º de febrero en Guaymas, Sonora, pero pospuesta al menos para tres semanas después, debido al semáforo rojo en el estado. Será apenas la primera competencia para los voleibolistas en lo que va de la pandemia, mientras equipos en otras latitudes se reactivaron desde hace varios meses.

Los muchachos estaban ilusionados de ir (a Guaymas), porque es todo lo que les está faltando, como dicen ellos, es como estar haciendo comida y no poder comerla. Estar entrenando es muy duro, sin saber hacia dónde y para cuándo, compartió en entrevista el técnico que encabeza la preparación del grueso de las selecciones nacionales, concentradas en Mazatlán.

Por la experiencia que uno tiene pues vas planificando las cosas para que no nos agarren los tiempos, sobre todo en la cuestión física, dijo, y relató que desde que fueron autorizados por el municipio mazatleco, en septiembre, retomaron la preparación, principalmente las duplas estelares de México, integradas por Martha Revuelta y Zaira Orellana, y Juan Ramón Virgen y Lombardo Ontiveros.

Pero lo fundamental, que es el ritmo de competencia es difícil de conseguir, dijo, por lo que espera que se reprograme la fecha inicial del circuito nacional dentro de tres semanas y, sobre todo, que los seleccionados puedan asistir a los pocos torneos de preparación que restan hacia los Juegos Olímpicos de Tokio, el primero de ellos en Doha, Qatar, del 8 al 12 de marzo, y estar listos para buscar la calificación olímpica en el Norceca de Colima, en junio.