La migración mundial creció en 60 millones de personas durante la última década, informó ayer la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Actualmente, 281 millones viven fuera de su país de nacimiento en un fenómeno que, de acuerdo con el organismo, ha crecido a una tasa más alta que la población mundial.

La ONU ha documentado también que los refugiados por razones políticas representan 12 por ciento de los migrantes internacionales, lo que equivale a casi 10 por ciento más de los que había en 2000 y significa que el desplazamiento forzoso ha crecido a niveles superiores que la migración voluntaria en todo el mundo.

En lo que va del siglo XXI, las personas que tuvieron que abandonar su país por conflictos armados, crisis, persecución, violencia o violaciones a sus derechos humanos se duplicó, al pasar de 17 a 34 millones.

En el informe Aspectos destacados de la migración internacional 2020, el organismo indicó también que el Covid-19 interrumpió el ritmo previsto para los flujos migratorios el año pasado en aproximadamente 2 millones, esto es, 27 por ciento menos en relación con lo que se estimaba.

La propia ONU admite las afectaciones que la crisis sanitaria mundial ha traído en el nivel de vida de millones de migrantes y sus familias.

Se documenta, asimismo, que dos tercios de los migrantes internacionales viven en apenas 20 naciones, donde Estados Unidos sigue siendo la principal receptora e India es el país con la mayor diáspora actualmente: 18 millones de sus ciudadanos viven fuera de su territorio y le siguen México, Rusia, China y Siria.

El documento indica también que las diásporas contribuyen al desarrollo de sus países de origen mediante la promoción de la inversión extranjera, el comercio, el acceso a la tecnología y la inclusión financiera. Sin embargo, según las proyecciones del Banco Mundial, la pandemia por Covid-19 puede reducir el volumen de las remesas enviadas a los países de ingresos bajos y medios de 548 mil millones de dólares estadunidenses en 2019 a 470 mil millones de dólares en 2021, lo que supone una disminución de 78 mil millones de dólares o de 14 por ciento.