Radiografía sonora de la pandemia, la experiencia colaborativa de Radio Comunal
La crisis sanitaria vino a propiciar múltiples fenómenos sociales y acentuar la desigualdad social y económica que para muchos territorios era no una nueva normalidad sino la constante. Este fue el escenario desde donde se articuló la participación social en Radio Comunal, constituyendo una experiencia colaborativa en medio de la paradoja del distanciamiento social.
Ubicada en la comunidad otomí de San Pedro Atlapulco, entre la CDMX y Toluca, Radio Comunal “Las Voces del Gran Mirador” ha venido construyendo desde el año 2006 una propuesta de comunicación para acompañar los procesos locales a través del trabajo colaborativo mediante transmisiones semanales, el uso del internet y las redes sociales.
La parálisis de nuestras actividades predominantes abrió como equipo de comunicación la posibilidad de buscar alternativas de acción social; las circunstancias hicieron brotar el sentido de solidaridad, la necesidad de habitar experiencias de colaboración y contrastar los mensajes de los medios masivos con las narrativas locales, así como visibilizar las problemáticas.
Por medio de una estrategia de comunicación se buscó atender a las personas de la tercera edad, a la población adulta, así como el público infantil y juvenil. En el momento en el que inicia la pandemia, de inmediato el equipo de radio busca la forma de apoyar a la comunidad. Una de las estrategias que se realizó fue ayudar a los comercios locales, ya que bastantes personas se quedaron sin empleo. En la forma en la que yo estuve apoyando fue colaborando desde mi casa locutando vía telefónica al igual que varios de mis compañeros, así lo recuerda Samuel Bernal Victoria, joven que se integró al trabajo radial.
En un segmento de las emisiones se escuchaba “en nuestro grupo, ahorita toda la gente tiene tiempo, toda la gente está participando a apoyar a un compañero, no tenemos miedo, tenemos precaución pero no miedo” estas fueron las palabra en entrevista con Blanca Estela Mendoza integrante del grupo de salud “Nos juntamos para estar bien”, mensajes de organización comunitaria que la radio buscaba difundir para contar las historias de resiliencia en medio del bombardeo de información que provocaba angustia.
Los contenidos de la radio se estructuraron para acompañar a la comunidad en este nuevo proceso y alertar de las afectaciones que iban más allá de los daños provocados por la enfermedad.
En esta pandemia fue donde se dieron más números de violencia de género en los hogares, hubo más violencia física e incluso se llegó a más feminicidios, nos comenta Diana Hernández Romero, colaboradora de la radio, cuando se le pregunta por qué era importante tener contenidos destinados a las mujeres. Es un medio muy importante para estos lazos entre mujeres, que las mujeres escuchen que no están solas y que nosotras como mujeres dentro de la radio podemos apoyar a otras.
La pandemia y las medidas sanitarias iban dejado huella en la comunidad, pérdidas humanas, un caudal de emociones y la ruptura del ciclo de la vida comunitaria. El 24 de julio, en un momento de brote comunitario de covid-19, la gente del pueblo desde la red social de la radio miraba el ritual de petición por el bienestar de la comunidad, las mayordomías acompañadas de las imágenes realizaban la procesión por las calles, transmisión que provocaba reacciones en los seguidores: Me llena de nostalgia ver mi pueblo que me vio nacer y estar lejos, así respondía una persona desde la península de Baja California.
Ante las transformaciones que sufrieron los usos y costumbres algunas autoridades tradicionales procuraron llenar el vacío de la fiesta comunal a través de los sonidos de la radio. En este contexto la radio contribuyó a que las personas interesadas en la celebración pudieran presenciar los festejos, dice Iván Bernal Morales, colaborador, quien notó que la radio comunitaria tuvo la oportunidad de documentar esta manera particular de realizar la fiesta patronal.
Al inicio de la Jornada de Sana Distancia no cambia en nuestra mente que un virus lejano vendría a trastocar nuestra vida y nuestras relaciones comunitarias. La pandemia originada en Wuhan es un ejemplo de los efectos que tienen la globalización y el deterioro del medio ambiente para nuestras comunidades indígenas y campesinas, un nuevo escenario y necesidad que llevará a las radios comunitarias a construir estrategias de comunicación para el cuidado de la vida y el territorio. •