La Paz., El presidente de Bolivia, Luis Arce, renovó ayer el alto mando militar y exhortó a las fuerzas armadas a garantizar la estabilidad de su gobierno, un año después de que los uniformados retiraran el apoyo a su mentor, el ex mandatario Evo Morales.

No podemos tener nunca más policías que asuman acciones para ir en contra de un gobierno democrático y legalmente constituido; eso no debe volver a ocurrir, dijo Arce, tras juramentar a un nuevo comandante nacional de la policía, apenas horas después de relevar al alto mando militar.

Arce pidió a los nuevos jerarcas castrenses que trabajen conjuntamente para defender la democracia, la paz social, así como garantizar la estabilidad de nuestro gobierno, elegido por voluntad soberana del pueblo en el marco de la Constitución política del Estado.

Reto, el respeto a los procesos democráticos

Durante un acto público celebrado en la casa presidencial, Arce afirmó que hoy tenemos el gran desafío de que el pueblo boliviano vuelva a confiar en las fuerzas armadas, confiar en que éstas respetarán los procesos democráticos.

Los cambios militares por lo general se llevan a cabo en diciembre o en enero de cada año, pero el nuevo mandatario optó por hacerlo una semana después de asumir el poder.

Evo Morales (2006-2019) renunció hace un año, después de que el alto mando lo conminó a hacerlo, en el contexto de protestas alentadas por la extrema derecha que, sin evidencias alegó fraude en los comicios donde el líder indígena ganó un cuarto mandato.

Los policías se amotinaron días antes de que los militares le quitaran respaldo. Morales presentó entonces su renuncia y partió al exilio en México, antes de trasladarse un mes después a Argentina, de donde regresó la semana pasada.

Arce designó a los nuevemandos militares que estarán dirigidos por el general Jaime Zabala, nombrado como comandante en jefe.

Durante el acto, el nuevo responsable afirmó que las fuerzas armadas son la institución para la seguridad y defensa integral del Estado.