Jueves 12 de noviembre de 2020, p. 25
Buenos Aires. Los familiares de los 44 tripulantes del submarino argentino ARA San Juan, cuyo último contacto fue el 15 de noviembre de 2017 después de partir de la capital de Tierra del Fuego, en el extremo sur, en zona cercana a la islas Malvinas, denunciaron ayer al ex presidente Mauricio Macri y al ex ministro de Defensa Jorge Aguad, por encubrimiento agravado
, al conocer que ambos sabían que el 5 de diciembre de ese año se localizó el aparato en el fondo marino donde sus restos se encuentran hasta hoy, y lo ocultaron.
El 16 de noviembre de 2018 se informó que fue ubicado por una empresa contratada ante el reclamo de familias que incluso se encadenaron a las rejas que rodean la Casa Rosada para que no dejaran de buscarlo. Todo eso sucedió mientras el gobierno y algunos cómplices en la marina guardaban silencio.
La verdad se conoció la semana pasada por la revelación del contralmirante retirado Enrique López Mazzeo, quien, citado a declarar en un juicio abierto por los familiares, afirmó que el gobierno conocía la ubicación exacta del submarino en el fondo del mar y lo ocultó durante un año, mientras decenas de buques lo buscaban de manera solidaria.
El buque Oceanográfico de la Armada de Chile fue el que ubicó el lugar y lo informó de inmediato a las autoridades argentinas el 5 de diciembre de 2017.
La confesión de que Macri y el ministro de Defensa sabían desde el primer momento, junto con algunos miembros de la marina, el lugar donde estaba el ARA San Juan estremeció al país y la noticia quedó sepultada por las elecciones de Estados Unidos, el caso Bolivia y demás.
La abogada Valeria Carrera, una de las representantes de las familias, sostuvo que se había aprovechado
ese trágico momento para permitir a barcos de otros países rastrear el fondo marino con la finalidad de conocer la existencia de riquezas y petróleo.
Esto hizo recordar el comentario de un ex ministro de Macri, quien en julio de 2018 se ufanaba de que durante la búsqueda del submarino se habían descubierto grandes riquezas marinas en el Golfo de San Jorge, por lo cual iban a abrir licitaciones para trasnacionales que quisieran invertir en el país.
Al cierre de la edición se reportó el estallido de una bomba casera cerca de la casa de Macri; no hubo heridos ni daños materiales.