Berlín. La Bundesliga tendrá que proseguir la temporada sin público otra vez, luego de que se vetó la vuelta de los espectadores debido al repunte de contagios de coronavirus en Alemania.

La canciller alemana Angela Merkel y los gobernadores de los 16 estados del país europeo apro-baron el miércoles las nuevas restricciones para contener la transmisión del virus.

Los partidos de futbol se jugarán sin aficionados a partir del lunes y por el resto de noviembre. También se suspendió el deporte ama-teur, con la actividad física individual como excepción.

Tenemos que actuar contra el virus, y debemos hacerlo ahora, para evitar una grave emergencia sanitaria nacional, dijo Merkel al justificar el cierre de restaurantes, bares, clubes, cines, teatros y otras actividades de esparcimiento durante cuatro semanas.

En todo caso, la Bundesliga se había planteado jugar con poca o una nula presencia de público esta temporada, con los equipos acatando las restricciones en sus ciudades.

Pero la cuarentena parcial anunciada el miércoles constituyó la primera medida de alcance nacional desde que la pandemia estalló en marzo y provocara la paralización de la Bundesliga durante dos meses.

El Borussia Mönchengladbach y el Schalke ya habían anunciado que sus partidos de la Bundesliga este fin de semana se jugarán sin público. El compromiso del Borussia Dortmund contra el Zénit de San Petersburgo por la Liga de Campeones el miércoles también se disputó en un estadio vacío.

La agencia de control de enfermedades infecciosas de Alemania reportó a primera hora de ayer una cifra récord de 14 mil 964 nuevos contagios en las 24 horas previas, y otros 27 decesos por Covid-19, con lo que la cifra total de muertes alcanzó los 10 mil 98.

Merkel reveló que el número de pacientes en unidades de cuidados intensivos aumentó al doble en los 10 días recientes. Tenemos que aplanar la curva, estabilizar los nuevos contagios y bajarlos otra vez, dijo.

El gobierno alemán analizará la situación dentro de dos semanas y posiblemente adaptaría algunas medidas. No obstante, Merkel insistió en que las restricciones, a las cuales calificó de duras, no pueden ser aplazadas.