Lunes 26 de octubre de 2020, p. 26
Miles de iraquíes se manifestaron ayer en Bagdad por el primer aniversario de la revolución de octubre, que desafió a un gobierno incapaz de reformarse y ofrecer servicios básicos, así como a la creciente influencia de las facciones armadas iraquíes pro-Irán. Las protestas de 2019 fueron reprimidas con saldo de 600 muertos, 30 mil heridos y cientos de detenidos, a lo cual siguió una campaña de asesinatos y secuestros de figuras de la revuelta, dirigida, según la ONU, por milicias
. El centro de Bagdad amaneció con retenes militares que impedían a cualquier vehículo acercarse a la plaza Tahrir y a los puentes que conducen a la zona verde, barrio altamente protegido donde se encuentran las sedes del Parlamento y el gobierno iraquí, así como la embajada de Estados Unidos.