Lunes 26 de octubre de 2020, p. 26
Minsk. La líder de la oposición bielorrusa Svetlana Tijanovskaya convocó ayer a una huelga general a partir de este lunes, después de otra multitudinaria manifestación en la ciudad de Minsk contra el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko.
El régimen volvió a mostrar a los bielorrusos que la violencia es lo único de lo que es capaz
, aseguró Tijanovskaya, quien se exilió en Lituania, en su canal de Telegram. Por este motivo el día 26 empezará una huelga nacional
, anunció.
Bielorrusia es escenario de protestas sin precedente contra la relección –considerada fraudulenta– que ganó el 9 de agosto Lukashenko, quien se mantiene en el poder desde 1994 al frente de un modelo que muchos identifican inspirado en el desaparecido sistema soviético.
El movimiento opositor sufre desde entonces una constante presión de las autoridades, que ha conducido a la detención o al exilio de sus principales dirigentes.
Más de 100 mil personas colmaron ayer las calles de Minsk, la capital del país, para expresar su repudio a un sexto mandato consecutivo de Lukashenko, en otra protesta marcada por la represión.
Las fuerzas de seguridad lanzaron granadas de dispersión y realizaron numerosos arrestos, según los canales de Telegram de la oposición, en los que se publicaron imágenes de pánico de los manifestantes que huían de la primera línea de la marcha.
Más de 200 personas fueron arrestadas, según la ONG Vesna.
Como en marchas precedentes, las estaciones de Metro del centro fueron cerradas y el Internet fue limitado.
Tijanovskaya lanzó este mes un ultimátum a Lukashenko y le dio de plazo hasta ayer para presentar su renuncia, con la amenaza de convocar a una huelga general y a otra marcha multitudinaria.
Con el apoyo de Rusia, Luka-shenko excluye cualquier concesión importante, prometiendo una vaga reforma constitucional para salir de la crisis y un simulacro de diálogo con los opositores encarcelados.
La guerra en el Cáucaso del sur
Los combates en la región separatista de Nagorno-Karabaj continuaban ayer, pero Armenia y Azerbaiyán reiteraron estar comprometidos con una resolución pacífica al conflicto de varias décadas y anunciaron que hoy comenzaría un tercer intento por establecer un alto el fuego luego de cuatro semanas de guerra.
La decisión sobre una tregua que está programada para iniciar a las 8 de la mañana de este lunes se anunció en un comunicado conjunto de los gobiernos de Estados Unidos, Armenia y Azerbaiyán. Fue dado a conocer luego de dos acuerdos de cese de hostilidades previos negociados por Rusia, incluido uno el fin de semana pasado que fracasó.
Nagorno-Karabaj se encuentra dentro de Azerbaiyán pero ha estado bajo control de fuerzas étnicas armenias con respaldo del gobierno, desde que concluyó una guerra en 1994. Los combates más recientes, que empezaron el 27 de septiembre, han involucrado artillería pesada, lanzamiento de cohetes y ataques con drones, que han dejado cientos de muertos en la mayor ofensiva entre estos países vecinos del sur del Cáucaso en más de un cuarto de siglo.
De acuerdo con cifras que han dado funcionarios de Nagorno-Karabaj, 974 de sus soldados han muerto en los enfrentamientos hasta ahora, y 37 civiles. Las autoridades de Azerbaiyán no han revelado el número de bajas militares, pero anunciaron que unos 65 civiles han fallecido.