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Mirar al sur

Plebiscito en Chile hoy: primer paso hacia la auténtica democracia

A

sí lo define el veterano periodista Manuel Cabieses en Punto Final. Abrevio su nota: si queremos que el plebiscito se convierta en una victoria histórica de la democracia, las opciones apruebo y convención constitucional tienen que recibir mayoría abrumadora. Un triunfo raquítico permitiría que la oligarquía y la casta política, mediante el mecanismo de los dos tercios, hagan abortar este primer paso hacia una auténtica democracia.

El pueblo ha debido aceptar esta forma humillante de acercarse a una constitución democrática. Desde que comenzó el terrorismo de Estado en 1973, la lucha por una asamblea constituyente se levantó como una salida pacífica. La resistencia popular –que empuñó las armas por la libertad– se volcó en lo político a demandar una asamblea constituyente que armonizara los intereses de una inmensa mayoría. La historia, sin embargo, no se escribió como pretendíamos. Pero siguió hirviendo una rebeldía que convoca a una victoria aplastante. Que nada impida que una masa impresionante acuda a votar el domingo. Hay que superar los 8 millones de votos para que el plebiscito tenga legitimidad indiscutible y sea respetado por los bastiones del conservadurismo.

No es fácil. Pesan el abstencionismo, el temor al contagio de la pandemia, el repudio a los partidos políticos, la campaña por el rechazo y convención mixta de la extrema derecha y el temor de sectores de pequeños y medianos empresarios por la sospechosa violencia sin brújula.

Chile vive una larvada insurrección social. Casi cotidiana ha sido desde octubre de 2019 la protesta callejera. Pero a la vez espanta a ciertos sectores entre los movilizados el 25 de octubre de 2019 a la marcha pacífica del millón 200 mil personas en Santiago, que protestaron contra la desigualdad y exigieron una asamblea constituyente. Hay que intentar revivir ese espíritu. Por desgracia, la casta política, que en marzo negoció este remedo de asamblea constituyente, una formidable trampa que es necesario neutralizar desde dentro, ha empleado el tiempo en querellas menores. Ha relegado el quehacer político al claustro viciado del Parlamento, renunciando al papel de voz de la calle. Se evidencia la descomposición de una mayoría opositora incapaz hasta de elegir la mesa de la Cámara de Diputados; relumbrones de prematuras candidaturas presidenciales; disputas en el interior de los partidos, han hecho lo posible para distraer al pueblo de su objetivo de ganar el plebiscito. Todas nuestras energías deben volcarse a obtener una victoria aplastante (www.puntofinalblog.cl/). Que así sea, dice Mirar al Sur.

Twitter: @aguerraguerra