Roma. El estreno mundial de un documental sobre el papa Francisco debía de ser un momento luminoso para un pontificado encerrado por la pandemia y asediado por un escándalo de corrupción, al recordar los días de gloria cuando Francisco recorría el mundo para bendecir a los oprimidos.

Pero el estreno con alfombra roja del documental Francesco ha sido todo lo contrario al surgir pruebas de que el Vaticano censuró al papa al borrar de una entrevista realizada en 2019 su respaldo a las uniones civiles de personas del mismo sexo y que reapareció en el documental.

Los reflectores enfocan la voluntad de Francisco de promover su propia agenda pese a la reacción de los conservadores dentro de la Iglesia.

El cardenal Raymond Burke, frecuente némesis de Francisco en materia de doctrina, dijo que esas declaraciones carecían de peso magisterial, aunque generen gran desconcierto y sean causa de confusión y error entre los fieles católicos.

Apoyo a uniones gay

El alboroto comenzó con el estreno del largometraje sobre Francisco y los asuntos que más le importan: cambio climático, refugiados, desigualdad social. Hacia la mitad del filme expresa que los gays merecen ser par-te de la familia y que apoya una ley de convivencia civil.

Christopher Lamb, de la revista británica The Tablet, observó que en algunos países los derechos de los gays son cuestión de vida o muerte y que Francisco quiere que la Iglesia defienda a los católicos LGBT de una discriminación fatal. “El Papa está dispuesto a ‘romper algunos platos’ para garantizar que comunica este mensaje de compasión basado en el Evangelio”, tuiteó.

Pero el contenido de las palabras del Papa casi se perdió en la controversia. El director Evgeny Afineevsky aseguró que Francisco le había hecho esas declaraciones directamente a él. Entonces un asesor de medios dijo que provenían de una entrevista de 2019 con la red mexicana Televisa y que por lo tanto eran una noticia vieja.

Televisa confirmó el origen de las citas, pero dijo que nunca salieron al aire. Una fuente aseguró que El Vaticano filmó la entrevista con sus propias cámaras y entregó la filmación a la televisora mexicana con la cita sobre las uniones civiles eliminada. Desde entonces, la Santa Sede se niega a hablar del tema.