Viernes 23 de octubre de 2020, p. 16
Atender a un colega o un familiar que enfermó de Covid-19, así como haber contraído ellos mismos la infección y la carga de trabajo con pacientes graves a quienes muchas veces ven morir sin remedio, son los principales detonadores de afectaciones mentales en los trabajadores de primera línea en los servicios hospitalarios del país, de las cuales ya hay evidencia: hasta la mitad del personal tiene dificultad para dormir, 40 por ciento se siente deprimido o tiene estrés postraumático y alrededor de 15 por ciento ha tenido la intención de quitarse la vida.
Así lo revela la investigación a cargo de Rebeca Robles, especialista del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz. Es el primer trabajo que se realiza de manera sistematizada para identificar los trastornos mentales de médicos, enfermeras, estudiantes y el resto de empleados de los servicios médicos, sobre todo para ofrecerles una alternativa de tratamiento eficaz. En entrevista, la siquiatra señaló la urgencia de apoyar a ese personal, de agradecerles con hechos el trabajo que hacen para cuidar a todos los enfermos
en esta pandemia.
El proyecto comenzó en abril y concluirá el 15 de diciembre. Participan 200 terapeutas voluntarios de 20 instituciones, y busca demostrar la eficacia de un sistema de atención virtual que empieza con la detección de los trastornos e incluye la oferta de terapias cortas, de seis a 10 semanas como máximo, con las cuales las personas se sienten mejor, sobre todo respecto a las situaciones graves que ponen en riesgo sus vidas. La evidencia recabada serviría de base para formalizar un servicio institucional de salud mental, indicó.
El cuestionario (que dura de 10 a 15 minutos y está disponible en coronavirus.gob.mx), que han contestado casi 16 mil personas, ha identificado los principales problemas que enfrenta el personal de las áreas Covid-19 en los hospitales. Además del insomnio, la depresión y la ideación suicida, 25 por ciento tiene ansiedad por el temor al contagio del coronavirus e incluso síntomas físicos a causa del estrés: dolor de cabeza, náuseas y afecciones gastrointestinales.
Un 13 por ciento de los empleados presenta la llamada fatiga por compasión, que es un grado extremo de estrés profesional y puede llevarlos a desertar de su carrera en la medicina. También está presente el uso y abuso de sustancias en 13 por ciento, principalmente alcohol, con el argumento de que les ayuda a reducir el estrés, sobre todo entre los hombres.
Robles comentó que la mayoría de los encuestados son médicos generales, residentes, especialistas, estudiantes, personal de enfermería, sicólogos, trabajadores sociales y paramédicos. De ellos, mil 800 han tenido atención especializada a distancia con los terapeutas voluntarios.
Señaló que como pasa en la población general, entre el personal de salud también hay barreras para reconocer la presencia de una enfermedad mental y la necesidad de solicitar ayuda. De ahí la importancia de ofrecerles una alternativa virtual y totalmente confidencial.